
San Lorenzo tuvo media falta en Rosario, pagó muy caro su planteo defensivo con una derrota por 1 a 0 ante Newell’s y en Núñez hubo festejo porque River aprovechó esta caída del equipo de Ruben Darío Insua para ser el único puntero en ocho fechas.
Newell’s abrumó de entrada a San Lorenzo, se sostuvo como el equipo de mayor peso ofensivo y al final quebró al Ciclón para quedarse con la victoria con justicia.
Insua vivió una pesadilla táctica en el Coloso del Parque de la Independencia. Su equipo casi no tuvo la pelota, dejó muchos espacios cuando defendió y falló a la hora de evitar los desbordes. Antes de la primera media hora de juego, el director técnico borró lo que había escrito en su pizarrón y sacó a Ezequiel Cerutti. Con un delantero menos, los visitantes frenaron los embates de la Lepra, pero prácticamente no patearon al arco en toda la noche.
“La lectura que hice del partido no fue la adecuada. Por eso el cambio tan pronto. Nos faltó manejo de pelota y volumen en el ataque”, reconoció el entrenador azulgrana con una buena autocrítica. “Perdimos ante un buen rival, que había ganado todos los partidos de local sin recibir goles en contra”, agregó.
Hasta el tanto de Jorge Recalde, Newell’s fue casi el protagonista exclusivo del encuentro. En los primeros 10 minutos creó tres situaciones de gol muy claras e hizo todo bien con el balón, salvo definir. Después dominó otros pasajes del encuentro, aunque nunca volvió a acercarse con tanta facilidad al arco de Augusto Batalla como en el arranque.
Además del juego vertical con sus zagueros como lanzadores para llegar al área sin intermediarios, el entrenador Gabriel Heinze contó con Brian Aguirre como una amenaza casi permanente para la defensa de San Lorenzo. Si bien perdió profundidad después de su mejor momento de la noche, Newell’s nunca se relajó ni cedió la iniciativa, de modo que siempre estuvo un paso más cerca del triunfo y tuvo premio.
El Ciclón salió a la cancha con la idea de esperar el avance de la Lepra.
La puerta del contraataque se abrió sólo en un par de oportunidades, pero estuvo muy lejos de aprovecharlas para inquietar al arquero Lucas Hoyos. Cuando metió a Gonzalo Luján y corrió a Jalil Elías hacia el centro, Insua resolvió algunos problemas defensivos, pero también agravó su déficit en ataque.
Adam Bareiro quedó siempre en desventaja ante Willer Ditta y Facundo Mansilla, mientras que Iván Leguizamón jamás llegó a conectarse con el paraguayo ni recibieron el apoyo suficiente de sus volantes.
A los rosarinos les sobró paciencia para tratar de quebrar la defensa del Santo. Con el paso del tiempo, Newell’s empezó a quedarse sin variantes y perdió la aceleración que tuvo en la etapa inicial. Ante esta situación, el juvenil Jeremías Pérez Tica ingresó en el momento justo y le dio la solución a su delantero central.
Recalde tuvo revancha después de la chance clara que había desperdiciado en el primer tiempo y no perdonó a Batalla. Hasta ese momento, los visitantes habían defendido con éxito las jugadas de pelota parada y eso privó a la Lepra de una de sus herramientas más productivas.
San Lorenzo hizo poco y nada para ganar en Rosario. Sin Vombergar en cancha, se quedó sin respuestas ofensivas cuando Newell’s convirtió el gol decisivo, al punto de que Rafael Pérez terminó como delantero de área. Insua deberá recalcular para seguir en la lucha a la que su rival sueña con sumarse si mejora la campaña como visitante.
Y a río revuelto, festeja River…
Lucas Aranda/Corresponsalía Clarín en Rosario
MUY BUEN TRIUNFO CANALLA EN EL DUCÓ
La herida por la eliminación en la Copa Libertadores, en la que no pudo llegar a la fase de grupos luego de caer ante Sporting Cristal de Perú, aún no cicatrizó. Y Huracán recibió anoche otra piña en el Tomás Ducó. Esta vez de parte de Rosario Central, que lo superó por 2 a 0 y quedó a apenas 4 puntos de River, el líder de la Liga.
El Globo completó una semana para olvidar, que se había iniciado con una derrota ante Estudiantes en La Plata, que le había quitado el invicto en el torneo. Y anoche perdió su primer partido en su casa en el torneo. Con las ideas más claras, Central fue implacable. Aprovechó los errores de su rival y golpeó en los momentos justos. De la mano de un inspirado Malcorra y de un valiente Veliz, Central se adueñó del partido. Ambos fueron letales para los defensores locales.
Malcorra fue protagonista de los dos goles. En el primero, tras un gran pase de Campaz, el ex Unión fue de derecha a izquierda y aprovechó el hueco que le dejó la defensa de Huracán al retroceder demasiado para sacar un zurdazo que se clavó en un rincón del arco de Chaves.
Un rato más tarde, el propio Malcorra se hizo de la pelota tras un defectuoso rechazo corto de Tobio luego de un pelotazo y tiró un centro preciso con su zurda para el cabezazo de Veliz, bien ubicado en el centro del área.
Con la ventaja conseguida, si bien se replegó unos metros, Central siguió siendo peligroso. Porque cada ataque o contraataque, era peligro de gol. Fundamentalmente porque usaba bien los espacios y le sacaba provecho al adelantamiento descontrolado de la defensa de Huracán.
En el segundo tiempo, bajó la intensidad del equipo rosarino y Huracán empezó a manejar más la pelota y a empujar de a poco. Pero quedó en una ilusión óptica. Porque no pudo inquietar a un Central que se sostuvo con los muy buenos desempeños de Quintana y de Ortiz y de un gran despliegue en todas sus líneas.
Maximiliano Benozzi/Clarín-Deportes
LANÚS Y ARGENTINOS NO PASARON DEL CERO
Como en una partida de ajedrez, Lanús y Argentinos jugaron a anularse durante buena parte del duelo en el Sur y el 0 a 0 fue el castigo a la falta de precisión en los últimos metros para poder destrabar un partido que mostró buenas intenciones y algunas ideas, pero que se apagó sin gritos en las redes. Eso sí: para Lanús, al menos, quedó la celebración de volver a tener al menos 20 minutos a José Sand (jugó su primer encuentro en el torneo), el ídolo que está cerca del retiro.
El primer tiempo fue parejo. Con Argentinos con la pelota pero con Lanús ajustando sus movimientos tácticos para tratar de equiparar las fuerzas. Y fue el local quien contó con las mejores: un remate elevado de De La Vega adentro del área tras un buen pase de Loaiza, un zurdazo de Troyanski y un disparo de lejos de Cáceres. Más directos, los de Kudelka necesitaron tener menos la pelota para lograr aproximarse. Y los de Milito, prolijos, lucieron inconexos al momento de buscarlo a Ávalos en el área, siempre doblado en la marca por Canale y Lema.
Para la segunda etapa se reconfiguraron los equipos a partir de los cambios. Pero cuando Milito intentó romper con la monotonía de su mediocampo (Argentinos volvió a perder puntos como visitante, quizá su punto más débil en este comienzo), desde el otro banco de suplentes fue Kudelka quien contestó con músculo fresco al salir Loaiza (el mejor del partido en ese rato de buen fútbol en el primer tiempo) y Lautaro Acosta para sumar a Boggio y a Julián Fernández. Pero entonces su equipo dejó de acelerar y se limitó a la búsqueda de Leandro Díaz.
Los de La Paternal se quedaron en amagues y no fueron capaces de abastecer a Ávalos ni a Verón. Por eso solo llegaron con un remate aislado de Nuss. Todos siempre vigilados por la zaga central de Lanús. El punto, al cabo, resultó inevitable.
Matías Bustos Milla/Clarín-Deportes