
No pudo Racing en la reanudación de la actividad: perdió con Nacional on un gol de penal de Gonzalo Bergessio. Y se le fue el invicto en la Copa Libertadores. Y a Beccacece su imbatibilidad al frente del equipo tras 6 triunfos y cuatro empates.
Fue de bueno para muy bueno lo de la Academia, que se quedó con las manos vacías por la mala fortuna. Erró goles insólitos y tuvo dos minutos fatídicos: Arias cometió un error en la salida, que derivó en el penal concretado en gol por Bergessio (la infalible ley del ex), sufrió la expulsión de Augusto Solari a los 9 minutos de la segunda parte. En la última bola del juego, Rochet le sacó un remate franco a Iván Pillud.
“Después de 180 días, teníamos una expectativa muy grande y creo que el equipo estuvo a la altura”, sostuvo el capitán, que sorpresivamente fue titular, apenas 10 días después de haber dado positivo en un test de coronavirus.
Y cerró: “Hicimos un gran primer tiempo, lo manejamos bien, aunque no tuvimos la intensidad que teníamos antes de que empezara esta pandemia. Nos vamos tranquilos y con la cabeza en alto, porque hicimos un gran partido. Y todavía queda mucho camino por recorrer”.
En la previa se presumía que podría haber bastantes diferencias entre los equipos y que se iban a evidenciar desde el minuto uno. Racing volvió a jugar después de 187 días y Nacional llegó al Cilindro después de 9 partidos oficiales, más 6 amistosos. Pero la superioridad de los uruguayos no sucedió: el local fue más y mejor y mereció irse en ventaja en la primera parte, que terminó sin goles.
Sorprendió a último momento el entrenador Sebastián Beccacece y dejó en el banco a Lisandro López, que la primera semana de septiembre había trabajado de manera diferenciada por una molestia muscular. Saltó a la cancha Darío Cvitanich, que suena como refuerzo de Rosario Central pero que en Racing creen que se quedará a jugar la Libertadores.
Suele errar goles increíbles Cvita desde que se viste de celeste y blanco y contra Nacional volvió a sucederle: le pifió a la pelota cuando estaba a centímetros de la línea de gol. Cometió una falla extra el delantero: intentó definir con derecha cuando la jugada le pedía claramente un toque sutil con zurda. El nacido en Baradero hace 36 años no le pudo poner el moño a una jugada de crack de Benjamín Garré por la derecha, a los 40 minutos.
Todo fue de Racing, a una marcha menos de lo que solía acostumbrar. Fue paciente el conjunto de Avellaneda: manejó la pelota con lentitud, buscando que aparecieran los espacios. Y una vez que los encontraba, aceleraba con intensidad. Esa fue la idea y le resultó. Por derecha desbordaron mucho y bien Garré y Solari y por izquierda lo hicieron Fértoli y Rojas.
Le faltó apenas estar más fino en la definición. Tuvo las tres más claras en esos instantes la Academia: un cabezazo de Martínez que se fue apenas por encima del travesaño, un mano a mano de Cvitanich tras otro un gran desborde de Garré y un disparo del propio nieto de Oscar que contuvo el arquero Sergio Rochet.
Nacional jugó como enamorado del punto: se resguardó en campo propio sin meterse exageradamente atrás y apostó por dos o tres corridas, que no provocaron demasiado peligro. Estuvo muy solo Bergessio en la delantera y los juveniles que jugaron una línea por detrás de Lavandina no demostraron rebeldía, como si el marco aún les fuese pesado.
Y la segunda parte había arrancado como el primero, hasta que Arias cometió un grosero error en la salida y provocó el penal de Mauricio Martínez por una mano. Y enseguida Solari se ganó la segunda amarilla y se fue expulsado. Fueron 120 segundos de terror para Racing. En estas circunstancias, por la pandemia, quedar abajo en el marcador y con un hombre menos se parece mucho al peor de los escenarios.
Le quedó demasiado grande la cancha a Racing. La diferencia de rodaje se hizo presente. Los cambios (realizó los cinco permitidos Beccacece) le dieron otro aire al local, pero aún así otorgó espacios. Tuvo coraje el equipo para buscar la igualdad: acorraló al rival a puro centro. Le faltó ambición a Nacional: de haber acelerado arriba, hubiese conseguido rápido el segundo gol. Ganó por poquito Nacional, castigo para Racing.
Clarín/Deportes

Defensa y Justicia logró su primera victoria en la Copa Libertadores, después de las dos derrotas en las fechas disputadas en marzo. Ahora alimenta el “milagro”, tal como lo definió el técnico Hernán Crespo, de clasificarse a la próxima ronda.
El Halcón sumó sus primeros tres puntos pero sigue tercero en el grupo que lidera Santos con 7 puntos, mientras que Olimpia tiene 5. Delfín de Ecuador suma apenas uno. Aún restan tres fechas .
Además, el encuentro contó con otro momento histórico, ya que uno de los jueces de línea fue Daiana Milone, quien se convirtió en la segunda mujer en ser parte de la terna arbitral de un partido de este torneo continental.
La necesidad de puntos de Defensa y Justicia quedó reflejada desde el primer minuto. La propuesta ofensiva de Hernán Crespo le permitió tomar la iniciativa en el juego y en las acciones de peligro. Sin embargo, quedó expuesto a las esporádicas contras de Delfín. Con mucha dinámica y buena presión, el local se fue acercando al arco ecuatoriano y tuvo dos chances .
Sobre el final de la etapa, la lesión de Francisco Pizzini permitió el ingreso de Gabriel Hachen, uno de los refuerzos del Halcón. El delantero que se inició en Newell’s enseguida fue partícipe de nuevas situaciones de gol que tuvo el local.
El arranque de la segunda etapa fue un calco de la anterior. Defensa, bien adelantado; Delfín, agazapado. En una buena salida rápida, Camacho habilitó por derecha a Rius, quien envió un centro rasante que interceptó Braian Romero y convirtió a los siete minutos.
Motivado, el local siguió insistiendo y tres minutos después anotó el 2-0. Apareció por izquierda Isnaldo, centro hacia atrás para Hachen , quien definió con un zurdazo bajo. Después, Leguizamón metió el tercero para cerrar la alegría de la gente de Varela.
Clarín/Deportes
GOLEARON A TIGRE EN PARAGUAY
Guaraní goleó 4-1 a Tigre, que cerró en Asunción la primera jornada de acción en la Copa Libertadores para los equipos argentinos tras el receso por la pandemia, por la tercera fecha del Grupo B. El Matador empezó ganando con tanto de Pablo Magnin, pero el local lo dio vuelta con tantos de Bautista Merlini y los ingresados Cecilio Domínguez, Edgar y Angel Benítez. El equipo de Néstor Gorosito ya había perdido sus primeros dos partidos, ante Palmeiras como local y frente a Bolívar como visitante.
En los primeros minutos, como resultado de una buena presión sobre la salida paraguaya, Prieto ganó una gran pelota a un defensor local en la última línea, abrió para Magnin y éste de zurda puso en ventaja con un golazo al Matador de Victoria.
Inexplicablemente el equipo de Pipo Gorosito se fue quedando y los guaraníes, con poco, llegaron al empate parcial, tras un rechazo defectuoso del defensor Luciatti que fue aprovechado por Merlini, un ex San Lorenzo, para poner las cosas 1-1.
El ingreso en el complemento de Cecilio Domínguez, ex delantero de Independiente, fue determinante para el conjunto de Gustavo Costas, un ex Racing. Porque fue el mismo paraguayo quien generó un penal que él mismo cambió por gol para empezar a dar vuelta el resultado a favor de Guaraní.
Pese a quedar abajo en el marcador, Tigre intentaba empardar, pero le faltaba la puntaba la final. Lo tuvo Cavallaro, pero tapó Servio. Entonces se quedó sin piernas. Luego vinieron los goles de los Benítez, que sentenciaron el pleito.
Página 12/Deportes