Es el partido más importante para el rugby argentino de los últimos cuatro años. Desde aquella semifinal contra Australia en la Copa del Mundo 2015 no hubo otro tan clave. Porque equivale al pasaporte para seguir o no en Japón. Porque enfrente estará Inglaterra, uno de los candidatos al título. Porque plantea el desafío de saber si Los Pumas seguirán en franco declive o concretarán una demorada mejoría en su juego. Será a las 5 de la mañana de este sábado, en Tokio y en el mismo estadio donde se perdió con Francia en el debut. El equipo definirá si sigue con chances en el torneo o se vuelve a casa a falta de un partido por la fase de grupos contra Estados Unidos. Mario Ledesma volvió a causar sorpresas con sus decisiones. Excluyó de los titulares y suplentes al goleador histórico, Nicolás Sánchez. También al wing Ramiro Moyano. Volverá a estar entre los 15 Javier Ortega Desio (por Tomás Lezana) y al banco entrará Lucas Mensa, el único rugbier amateur del plantel. Juega en Pucará, una escuela de excelentes backs.
El entrenador dejó un par de frases previas al partido que definen este momento crucial: “Lo que no podemos hacer el sábado es no dar un poquito más por el que tengo al lado, y el desprecio por el físico debe ser inclaudicable. Todos tendrán que salir de la cancha y no servir ni para espiar”. Así entiende Ledesma lo que se viene en apenas unas horas. Pero al seleccionado argentino le harán falta muchas más cosas que garra y coraje. Algo que está en el ADN Puma desde el fondo de su historia.
El equipo, que lejos está de ser el candidato a ganar, deberá superar sus desconcentraciones, mejorar de manera ostensible en el tackle, aprovechar al máximo las chances de anotar tries que se le presenten y tratar de anular las virtudes de Inglaterra, que son muchas. Enfrente tendrá el tercero del ranking mundial (detrás de Nueva Zelanda y Gales, su vencedor en el Seis Naciones).
Un rival que cuenta con tres cuartos que combinan destrezas y una gran potencia física. Como la pareja de centros, el samoano Manu Tuilagi y Owen Farrell. El primero es una topadora. Mide 1,85 y pesa 114 kilos. El segundo es el capitán y pateador del equipo. Su apertura George Ford es el que marca los tiempos, con sus kicks tácticos. Entre los forwards se destaca otro de los jugadores “importados” del plantel inglés: el australiano Billy Vunipola. Son pocos los puntos flojos que tienen, aunque también hay que decirlo: no están a la altura de los All Blacks.
Los Pumas también pueden mostrar sus argumentos. Pero se volvieron un equipo irregular y vulnerable. En el Mundial de Japón tuvieron picos altos como en el segundo tiempo ante Francia o el primero contra Tonga. Un buen maul, line confiable con Guido Petti en la hilera, el scrum que volvió a parecerse al de otros tiempos – en el Rugby Championship había sido un problema – y la mayor sorpresa, el experimentado Urdapilleta, que se mostró más aplomado y como una buena alternativa de reemplazo para el tucumano Sánchez. Pero así como Argentina encontró bases de apoyo para progresar en la Copa del Mundo, también paseó su desconcierto: la segunda etapa contra Tonga hizo agua por varios lados. Se desordenó, flaqueó en el tackle, tuvo errores de manejo y desaprovechó situaciones clarísimas de try.
Si Los Pumas ganan y provocan otra de las sorpresas del Mundial – la primera la dio Japón ganándole a Irlanda – tendrán muchas chances de clasificarse, aunque deberán esperar a cómo salgan Inglaterra y Francia en la última fecha. Si empatan sus posibilidades se reducirán al mínimo. Y si pierden – aunque una combinación de extraños e improbables resultados todavía los dejaría con vida – se despedirán del torneo. ¿Por qué? Porque Francia debería perder con Tonga e Inglaterra y ni siquiera marcar punto bonus. Un milagro.
Los equipos:
Argentina: Tetaz Chaparro, Montoya y Figallo; Petti y Lavanini; Matera ©, Ortega Desio y Kremer; Urdapilleta y Cubelli; Carreras, De la Fuente, Orlando y Moroni; Boffelli.
Inglaterra: Sinckler, George y Marler; Kruis y Itoje; Vunipola, Underhill y Curry; Ford y Youngs; Watson, Tuilagi, Farrell © y May; Daly.
Estadio: Ajinomoto.
Arbitro: Nigel Owens (Gales).
Hora: 05.00 (de Argentina).
Gustavo Veiga/Página 12