
Fue una jugada típica de cierre de las operaciones. Una tratativa relámpago cerrada en las últimas horas del mercado que cerró sus puertas en la medianoche europea.
Mauro Icardi y su esposa y representante Wanda Nara despegaron del aeropuerto milanés de Malpensa a las 15.30 hora italiana y aterrizaron en París. Dos horas después ingresaban a La Factorie, como le llaman a las oficinas del París Saint Germain y cerraron el acuerdo que venían tejiendo secretamente en las últimas semanas. Icardi jugará en el club francés y será compañero de Neymar, quien al menos hasta diciembre continuará en la disciplina parisina, Edinson Cavani, Kilyan Mbappé y el también rosarino Angel Di María.
El inquietante mensaje de Nara del domingo, abriendo la posibilidad de que su marido jugara seis meses en Boca no fue otra cosa que una cortina de humo. El viento de la realidad la despejó rápidamente.
Icardi se va en calidad de cedido por 5 millones de euros y con opción de compra, fijada en 70 millones. Antes de sellar con los qataríes que administran al PSG acordó la renovación de su vínculo hasta 2022 con Inter, necesaria para que cambie de club como cedido o a préstamo. Si no, PSG debería pagar ahora todo el pase. También puede medirse como que, a largo plazo, Icardi piensa en el retorno al Inter, de donde no quería irse hasta que le dijeron que no estaba en los planes de los directivos ni del nuevo técnico Antonio Conte. En el club nerazurri estuvo seis temporadas desde su llegada de la Sampdoria. El año pasado entró en cortocircuito con el técnico Luciano Spaletti y fue separado del plantel. Este año le quitaron la capitanía y la camiseta número 9 para que la vista el belga Romelu Lukaku, la gran incorporación. Entre el argentino y el club italiano todavía queda por resolver un contencioso. Icardi reclama 1,5 millones de euros por haber sido desplazado del equipo. Icardi jugó 219 partidos en el Inter y convirtió 124 goles. En la Selección argentina hizo uno en 8 encuentros.
El argentino cobrará un salario algo superior a los 7 millones de euros anuales que recibía en el club italiano, cifra que había rechazado cuando Napoli y Roma pujaron por sumarlo a sus planteles.
El culebrón Neymar terminó como se esperaba. En la nada. La prensa española ayer reveló que el jeque Hamad AlThani le dio instrucciones a Nasser Al Kelahifi, que administra al PSG que el brasileño no saldría del club si no se recuperaban los 222 millones de euros pagados en su hora al Barcelona. Ninguna oferta de los catalanes por recuperarlo se acercó a esa cantidad. Ahora, se especula que puede haber nuevas negociaciones a fin de año, cuando se abra la ventana de mercado de diciembre.
PSG fue protagonista del mercado y también del cierre. Hizo un trueque de arqueros con Real Madrid. Keylor Navas no aceptó ser suplente de Thibaut Courtois y se fue al club francés que a su vez cedió a Alphonse Areola, quien será el segundo del belga en el arco blanco. PSG se lleva como segundo arquero a otro español. Sergio Rico dejó el Sevilla y será el suplente de Navas.
Hubo otras operaciones con protagonismos de apellidos importantes. Se oficializó el pase de Radamel Falcao al Galatasary turco que incorporó al ex Juventus, Mario Lemina. Fernando Llorente dejó el Tottenham, donde estuvo dos temporadas y jugará en Napoli. El brasileño Rafinha, que fue titular en la última fecha de LaLiga en el Barcelona, pasó a préstamo al Celta de Vigo. El español Nacho Monreal, de varias temporadas en Arsenal, vuelve a su país para jugar en Real Sociedad. Valencia se llevó al portugués Thierry Correia, del Sporting Lisboa.
En Italia, la Roma fue el equipo italiano que más se movió en la clausura del mercado, con dos incorporaciones de peso. Atlético de Madrid le cedió al croata Nikola Kalinic y el Arsenal al armenio Henrik Mkhitaryan. Y dejó ir a Patrick Schik al Leipzig. El Milan contrató del Eintracht Frankfurt al delantero croata André Rebic, aquel que le hiciera el gol a Argentina en el último Mundial.
Pero el pase más importante ha sido el del delantero Simone Verdi, quien deja al Napoli y se va al Torino. Se trata de una transferencia y una cesión, por lo tanto hay dinero sobre la mesa: 25 millones de euros.
La temporada de fichajes dejó en nada lo que parecían ventas importantes. Dybala e Higuaín se quedan en Juventus. Real Madrid no pudo llevarse a Paul Pogba del United ni a Erikssen, del Tottenham y el Milan no arrancó a Angel Correa del Atlético de Madrid.
Clarín/Deportes