Si algo dejó en claro el Mundial de básquet de China es que los pronósticos están para romperse. Desde la tempranera salida del vigente bicampeón Estados Unidos y la caída de muchos otros pesados europeos hasta la frondosa lista de batacazos firmada por la Selección Argentina, una que en la previa tenía como techo alcanzar los cuartos de final. Un techo que, a las claras, quedó hecho añicos.
Aquí, un repaso por algunos de los que dieron la nota en el Mundial de China, para bien y para mal.
* El mejor. Ocho triunfos en ocho partidos no dejan lugar para la polémica. España no sólo consiguió en China el segundo título de su historia mundialista (el otro fue también en Asia, en Japón 2006), sino que acalló los análisis que, a priori, le restaban favoritismo por la veteranía de su plantel. En definitiva, más que experimentados, fueron expertos. Los treintañeros Marc Gasol (14,4 puntos, 5,5 rebotes y 4,1 asistencias por partido), Rudy Fernández (7,8 puntos y 41,7% de efectividad en triples), Sergio Llull (10,5 puntos y 3,8 asistencias) y Víctor Claver (8,5 puntos y 4,9 rebotes), cuatro de los seis españoles que más jugaron en el torneo, dieron prueba de ello.
* La sorpresa. Otra categoría que no admite discusión. Bajo el liderazgo emocional, anotador y reboteador de Luis Scola (17,9 puntos y 8,1 rebotes), Argentina fue digna heredera de la Generación que marcó una época hace 15 años. China dejó, además, la consagración de Facundo Campazzo como un base total, dominando en ambos lados de la cancha (13,3 puntos, 7,8 asistencias y 2 robos); y de Patricio Garino (8,1 puntos, 1,5 robos y 40% en triples), Gabriel Deck (13,9 puntos) y Marcos Delía (7,0 puntos y 1,1 bloqueos) como jugadores de rol de élite.
* La decepción. Grecia llegaba al certamen subida a los hombros de nada menos que el Jugador Más Valioso de la última edición de la NBA, Giannis Antetokounmpo. La deslucida labor del alero de cualidades atléticas inverosímiles (14,8 puntos y 8,8 rebotes) y el poco apoyo cualitativo de sus compañeros, condenó al país helénico -tras una épica derrota con Brasil- a no llegar ni a cuartos de final.
* El peor. En el último lugar de la tabla de posiciones aparece Filipinas, con cinco derrotas en cinco partidos y una diferencia de puntos de -147. Sin embargo, no hace falta caerle al humilde elenco asiático. Quien puede llevarse el rótulo al peor equipo sin levantar demasiada polvareda es Estados Unidos. Ni la conducción de los consagrados Gregg Popovich o Steve Kerr -también responsables de la catástrofe- pudo enderezar la acumulación de individualidades que fue el ex Dream Team. La séptima posición final en el torneo y, por ejemplo, en el rubro asistencias por equipo resultaron los peores registros de los norteamericanos en la historia del certamen.
Cristian Dellocchio/Página 12