
Pasaron 16 años. Era Buenos Aires y ahora es España. En Madrid, la Asociación Española de Abogados Cristianos presentó una querella contra el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, por una muestra de León Ferrari que se exhibe allí. Quieren que la exposición cierre. Todo muy parecido a lo que pasó por acá en 2004.
En aquel año, la obra de León Ferrari -parte de ella explícitamente anti-rreligiosase mostró en el Centro Cultural Recoleta y la Corporación de Abogados Católicos pidió la renuncia del entonces ministro de Cultura de la Ciudad. Hubo una obra rota por un fundamentalista, hubo denuncias penales, alegando “discriminación religiosa e incitación al odio religioso”. Hubo una jueza que clausuró la exposición, donde se veían santos en una sartén y un Cristo colgado de un avión de guerra. Hubo declaraciones de blasfemia del parte del cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco. Finalmente, con la censura en el eje del debate, la muestra fue reabierta, aunque cerró antes de lo originalmente previsto.
Este año, un gran homenaje al arte de Ferrari llegó a Madrid, donde días atrás se inauguró la exhibición La bondadosa crueldad. Ferrari, que murió en 2013, fue mucho más que un provocador. Recibió el premio León de Oro en la Bienal de Venecia de 2007 y su obra se expuso en el MoMA de Nueva York. En vida, The New York Times lo consideró uno de los cinco artistas más importantes del mundo. Hijo de un pintor de iglesias y padre de un desaparecido, supo discutir conceptos religiosos como el del castigo eterno.
Ahora, por la exposición en el Reina Sofía, la Asociación Española de Abogados Cristianos habla de “delitos contra los sentimientos religiosos e incitación al odio”. Los Abogados Cristianos se sumaron a una iniciativa en la plataforma Hazteoir.org que pide retirar la exposición, con cerca de 10.000 firmas, y fueron a los tribunales.
“Nadie tiene obligación de ver la exposición, el museo tiene una gran oferta. Los museos deben ser lugares de libertad, refugio y acogida”, había dicho Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, apenas abierta la controversia. La muestra, aseguran, continuará.
Clarín/Espectáculos