
Río de Janeiro 2016 fue un dolor grande para las Leonas, porque estaban acostumbradas a ganar medallas y Países Bajos las eliminó en los cuartos de final. Llegó el momento del recambio generacional, con todas las dudas que generaba. Y luego la pandemia y la falta de competencia internacional. Más dudas. Pues bien, la estirpe de las Leonas sigue bien en pie. Y el equipo rugió cuando más lo necesitaba en Tokio 2020: anoche jugaron su mejor partido, golearon 3 a 0 a Alemania y volvieron a clasificarse a las semifinales de unos Juegos Olímpicos.
Será su quinta semifinal en los últimos seis Juegos, desde Sydney 2000. Y lo lograron gracias a los goles de Agustina Albertarrio, Victoria Granatto y Valentina Raposo. Esta madrugada se definía su rival entre Australia e India. “Que venga el que venga: en estos momentos, cuando elegís, te vas”, fue claro el entrenador Carlos Retegui.
“Es un equipo de todos los argentinos y jugamos a lo Argentina, con garra y concentración. Hay que tener los pies sobre la tierra: no éramos tan malos ayer y no somos tan buenos hoy”, agregó Chapa.
“Estoy muy emocionada. Me acuerdo de Sydney 2000, cuando mis viejos me despertaban a las cinco de la mañana para ver a las Leonas. Para mí, jugar la semifinal de unos Juegos Olímpicos era un sueño. Y no soy una jugadora joven: tengo 30 años, así que fue mucho el camino que recorrí para llegar acá. Estoy feliz”, comentó Victoria Granatto.
Las argentinas fueron claramente superiores en la primera mitad. Salieron a presionar bien arriba generaron más jugadas de peligro y tuvieron más córners cortos -tres contra uno-, pero fallaron en la definición.
A los 6 minutos, María José Granatto tuvo la chance de meter el primer gol, después de una buena acción colectiva iniciada por Trinchinetti, pero la arquera germana Julia Sonntag desvió su tiro. Y más tarde Sofia Toccalino y Agostina Gorzelany, en dos oportunidades, no pudieron romper el cero desde el corto.
Albertarrio estuvo cerca de abrir el marcador, pero una atajada colectiva entre la arquera y una de las defensoras europeas se lo negó. A los 5 del segundo cuarto, un remate de Delfina Merino pasó rozando el palo derecho. Hasta que a tres minutos para el cierre de la primera mitad, Albertarrio rompió el cero. Después de una buena jugada colectiva, Rocío Sánchez Moccia metió un centro desde la derecha y la delantera desvió la bocha y puso el 1-0. Y un minuto más tarde, Victoria Granatto desvió la ejecución de un corto de Gorzelany y gritó el 2-0.
Argentina salió con la misma actitud a jugar el tercer cuarto, pero Alemania se adelantó y tuvo más la bocha. Belén Succi se lució en el arco y a los nueve minutos tuvo una gran atajada para tapar el córner corto que ejecutó Nike Lorenz. Ya en el período final, las Leonas siguieron presionando, pero se armaron bien en defensa -Succi tuvo otra vez algunas atajadas clave- y apostaron al contraataque para ampliar la diferencia. Y así llegó un nuevo corto, que Raposo cambió por gol para el 3-0 definitivo.
“Volvimos a meter al equipo entre las cuatro mejores del mundo. Todavía no ganamos nada. Vinimos hasta acá para jugar estos dos partidos. Esto es sólo el comienzo”, sentenció Retegui, un motivador nato, ya casi sin voz. Las Leonas van por una medalla. Una vez más.
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Estaban contra las cuerdas. Una derrota los eliminaba las chances de medalla en Tokio 2020. Una victoria los dejaba en carrera. Y parece que cuanto más díficil es la empresa y más chapa tiene el rival, los jugadores del seleccionado argentino de vóleibol se agrandan, sacan su alma y van por todo. Así fue nomás en un domingo monumental, con un 3-0 tan contundente como justo ante Estados Unidos: 25-21, 25-23 y 25-23. Y la Selección se metió en los cuartos de final. Mañana, desde las 5, se medirá contra Italia.
“Hay que creer que podemos. Somos un grupo que viene trabajando hace 12 años juntos y fuimos paso a paso, sumando valor. Nos dimos una chance de soñar, como pasó en Río. Estoy muy emocionado de ser parte de este equipo”, sostuvo Facundo Conte, autor de 13 puntos.
“Tuvimos altibajos, pasamos momentos malos, nos recuperamos y pudimos cambiar el curso de la historia. Me pone muy feliz compartir esto con toda la gente que me quiere. Hoy hay que disfrutar y no vamos a parar hasta que no caiga la última pelota”, sentenció el hijo de Hugo, que estaba en el estadio comentando el partido para TyC Sports.
“Estábamos confiados en que íbamos a jugar bien. No sé si ganar, pero lo íbamos a hacer bien. Una mezcla de tranquilidad y agresividad que nos hizo jugar en un nivel muy alto. El partido contra Brasil nos sirvió de experiencia para hacer la diferencia. Pasó porque tenía que pasar. Lo tomamos y demostramos que estamos bien plantados”, agregó Sebastián Solé, que aportó 8 puntos para la causa: seis de ataque, uno de bloqueo y otro con el saque.
Si Conte y Solé hablaron de recuperación fue por el doloroso 2-3 ante Brasil, luego de estar 2-0 y de ir ganando 17-11 el cuarto set. Luego llegó el triunfazo ante Francia y la ratificación ante Túnez.
Bruno Lima aportó 10 tantos, mientras que Luciano De Cecco dio una clase de distribución de juego propia de uno de los mejores armadores del planeta y la defensa fue el gran puntal para ganarle sin ceder sets a un gran equipo como Estados Unidos, medalla de bronce en Río de Janeiro 2016 y quinto del ranking mundial.
Argentina había perdido con Estados Unidos en Los Angeles 1984, Seúl 1988 y Atlanta 1996, pero en Sydney 2000 le ganó 3-1 en el debut y en cuartos de final vencería luego a Brasil por 3-1 en un partido inolvidable.
Con esta victoria en Tokio, Argentina quedó tercero en el Grupo B con ocho puntos, la misma cantidad que Francia, el rival que sirvió como peldaño para iniciar la recuperación luego de las derrotas contra Rusia y Brasil. En el otro grupo avanzaron Polonia, Italia, Japón y Canadá.
El sorteo realizado por la FIVB minutos más tarde determinó que el próximo rival de la Argentina será Italia. “Me gustaría dejarlos afuera”, se envalentonó Conte. ¿Los otros cruces de cuartos de final? Polonia-Francia, que van por la misma llave de Argentina, Japón-Brasil y Canadá Rusia. Se viene un cierre de competencia apasionante.
Los italianos tienen buenos antecedentes ante Argentina en cruces a todo o nada en los Juegos Olímpicos: 3-1 en los cuartos de final de Atlanta 1996, 3-0 en el partido por el bronce en Sydney 2000 y 3-1 en los cuartos de final en Atenas 2004.
Habrá que pasar ese duro escollo, como todos los que quedan por delante, en busca de un lugar en las semifinales para tener una doble chance de medalla.
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