
Que Lanús sea único puntero hasta que hoy salten a la cancha Estudiantes, Talleres y Aldosivi habla muy bien del club y del equipo que se renueva constantemente promocionando juveniles. Y también un poco mal del nivel del torneo, porque el elenco top en apenas ocho jornadas ya sufrió dos goleadas dolorosas: 3-0 ante River y 5-1 contra Vélez.
Puede haber pasado que el espectador haya experimentado una suerte de déjà vu al observar el primer cuarto de hora del duelo contra Gimnasia. Y es que el Pulga Rodríguez estuvo a nada de hacer exactamente el mismo gol -de cabeza y a colocar- que le había hecho a River días atrás, solo que esta vez el arquero Lucas Acosta voló un poquito más que Franco Armani y logró quedarse con la pelota que llevaba destino de ángulo.
Y un rato más tarde, a los 15 minutos, el delantero José Manuel López se elevó más que nadie en el punto del penal para impactar con la cabeza un córner ejecutado por Alexander Bernabei desde la izquierda. Entonces, por la efectividad de López ganó Lanús.
Y también por otra acción recurrente: el colombiano Carbonero le pegó una trompada a Belmonte, que lo había tomado de la camiseta, y Nazareno Arasa le mostró la roja. La jugada fue similar a la que protagonizó Jorge Carrascal (sí, otro díscolo nacido en Colombia) en un River-Banfield del año pasado. Iban 27 minutos.
A Gimnasia le quedó incómodo el duelo. Insinuó un par de veces el local hasta que Bernabei logró poner a correr a González y el mediocampista no falló en el mano a mano con Rey: definió abriendo el pie al palo izquierdo del arquero. Era 2-0 antes de la finalización del primer tiempo. Un golpe casi letal.
En la segunda etapa, Lanús jugó a asistir a José Sand, pero al Pepe no le quedó una. Por eso el Granate solamente ganó 2-0 y el resultado le quedó corto. En la tabla, los tres puntos son inmejorables.
Maximiliano Uría/Clarín
CENTRAL NO TUVO PIEDAD CON ARSENAL
En un partido sin equivalencias, Central goleó a Arsenal en Rosario por 4 a 0 y se sacó de encima la mufa después de la eliminación en la Sudamericana y los reiterados tropiezos en el torneo local, que lo llevaron a ocupar la última posición.
La extrema efectividad del local en ataque y la insólita pasividad defensiva de la visita permitieron despejarle rápidamente cualquier interrogante al partido: a los 15 minutos, Central ya ganaba 3 a 0.
Sin hacer demasiado, apenas con algunas pinceladas de Covea y el juego por las bandas de Ferreyra, Zabala, Blanco y Martínez, encontró la apertura del marcador a los 7, con una definición solitaria de Gamba en el centro de la defensa. Lo mismo ocurrió dos minutos después, con un cabezazo del mismo Gamba y a los 15 con un zurdazo de Ruben.
Los defensores de Arsenal parecían espectadores: impotentes, distantes, observando las acciones como si la presencia y los movimientos del rival fueran ajenos a su tarea.
Damonte, en su segundo partido como entrenador del equipo de Sarandí, observaba azorado. Los volantes no colaboraban en el corte y en la visita apenas zafaban del bochorno Alan Ruiz, con su característica pegada, y el empeño de Albertengo, a quien Broun le tapó un remate que pudo haber abierto el marcador.
El equipo de Kily González no tuvo siquiera margen para extrañar a su habitual conductor, Emiliano Vecchio, ausente por lesión muscular. El venezolano Covea se las ingenió para reemplazarlo.
Aunque ya estaba todo definido en un cuarto de hora, a los 32 minutos Zabala aprovechó un descuido de Larralde, le robó la pelota y asistió a Gamba para el tercero de su cuenta personal y el cuarto de Central.
Era tal el descalabro de Arsenal que Damonte dispuso cuatro cambios para iniciar el segundo tiempo, una etapa que sólo sirvió como mera formalidad para completar el tiempo de juego.
Mauro Aguilar/Clarín
DEFENSA LE GANÓ A NEWELLS Y SE ACOMODÓ
De a poco, Defensa y Justicia se va acomodando. Tras su incursión en la Libertadores, el equipo de Sebastián Beccacece sigue sumando en el torneo local. Le ganó 2-0 a Newell’s, que perdió las cuatro veces que fue a Florencia Varela y nunca marcó un gol.
De hecho, Defensa venía de hacer buenos partidos en Tucumán, ante Atlético, y en Avellaneda, contra Independiente, al que lo hizo resignar dos puntos. Esos dos encuentros habían terminado en empate y entonces el conjunto de Beccacece necesitaba una victoria para confirmar las buenas señales. Y lo hizo.
El triunfo llegó en el segundo tiempo. Y aunque parezca inverosímil, las claves estuvieron en la concentración y en las jugadas pensadas desde… ¡laterales! Sí, los dos goles de Defensa llegaron tras un saque lateral. Ambos ejecutados desde las manos de Hugo Silva.
En el primero buscó a Contreras, quien rebotó para Hachen y éste definió de zurda. Y en el segundo, la pelota fue para Merentiel, quien armó una gran jugada rompiendo líneas con la pelota dominada. Éste le sirvió el gol a Pizzini, quien remató después de un buen control para dejar sin chances a Aguerre. Y Newell’s, que había tenido sus chances con Sabbag, pero el delantero falló, terminó desorientado.
Maximiliano Benozzi/Clarín