Este jueves a las 20 comienza el ciclo online Fotografías en la web del espacio El Camarín de las Musas – Estación artística. Se trata de un proyecto audiovisual, con guion y dirección de Daniel Veronese y Mariano Saba. Cada unitario de este ciclo durará cuarenta minutos y podrá verse enelcamarindelasmusas.com/»> elcamarindelasmusas.com desde el día del estreno. Ambos teatristas venían desarrollando una línea de investigación referente a un nuevo formato de expresión. En este 2020 se encontraron con las limitaciones de la cuarentena. Cuando autorizaron a filmar en la sala, sin público y cumpliendo un protocolo, Veronese invitó a Saba para escribir un guion original y a compartir también la dirección de cámaras y actores.
La materia oscura es el primer proyecto concretado por la dupla, que podrá verse desde este jueves a las 20. En el primer unitario de este ciclo, todo comienza en la orilla de un lago entre las montañas del sur, más precisamente en un pequeño jardín junto a la casa de Magda y Alan. Hasta ahí llegará Leo, mochilero en viaje invitado a pasar la noche. Los temas se suceden. Alan, aficionado a la astronomía, apunta su telescopio hacia los misterios del cielo: ¿son los agujeros negros portales a tiempos paralelos? ¿O son simple acumulación de materia oscura por donde se esfuma el universo? El pasado se hace más presente que nunca: la pareja discute sus pérdidas mientras crece en ellos la curiosidad en torno al visitante. El film está protagonizado por Mónica Raiola, Claudio Da Passano y Guido Botto Fiora.
«Por la pandemia estábamos buscando hacer algo con contenido teatral y, a la vez, televisivo. La idea no era hacer teatro filmado sino hacer de una obra de teatro un sistema al estilo del programa de los 80 Situación límite«, cuenta Veronese en la entrevista con Página/12, de la que también participa Saba. «El ciclo se llama ‘Fotografías’ porque la idea es que haya una serie de materiales cercanos a lo que fue La materia oscura, con diferentes modalidades y temas y la idea es que cada uno genere una estampa en la plataforma que El camarín de las musas quiere llevar adelante. Va a haber una plataforma con diferentes contenidos, como ocurre con este primer unitario. Y todos en su conjunto forman el ciclo», agrega Saba.
-¿Consideran que es un formato de expresión atípico?
Daniel Veronese: -No, es un formato que contiene un sistema teatral ya que es un evento escrito y actuado por gente de teatro. Luego es filmado de una manera cinematográfica. Se cambia, se repiten escenas, tiene un correlato televisivo, pero nada es ponchado. Es repasado y se trabaja al igual que en una filmación. No sé si es atípico, pero no es una obra de teatro filmada. En el teatro filmado se hace una pasada de la obra y con varias cámaras se toman distintos lugares. Termina siendo una pasada filmada. Aquí no: se paraba, se repetía, se cambiaban cosas, como suele ser en un set de cine. No sé mucho de televisión. Digo «televisiva» porque habíamos hablado de Situación límite.
-¿Las nuevas tecnologías favorecen nuevas expresiones estéticas?
Mariano Saba: -Lo que está ocurriendo es que debido a la cuarentena lo teatral se ve obligado a explorar ciertos acuerdos con lo audiovisual, pero son acuerdos transitorios. Todos sabemos que lo teatral depende de la presencia y que, de alguna manera, en algún momento ese retorno llegará. De todos modos, hay algo súper productivo en pensar cómo se encuentran los lenguajes teatrales con los soportes audiovisuales, como ocurre en el caso de La materia oscura. Siempre es interesante indagar un lenguaje nuevo, aunque uno vaya con lo que es su especialidad, su especificidad, que es lo teatral. Obviamente fue un desafío porque uno estaba tratando de conciliar o de acordar el lenguaje nuevo que se arma del encuentro con lo teatral, sobre todo para la actuación. Hay algo de eso que es exigente pero que genera una novedad.
-¿Qué significa para ustedes, hombres de teatro, poder filmar en sala, aunque sea sin público?
D.V.: -Para mí, sin público es una frustración. Yo también he hecho streaming y hay un momento en que uno siente que está haciendo algo, pero no lo está haciendo al cien por cien. Yo creo que La materia oscura es un elemento que inaugura en mí personalmente las ganas de hacer cine. Tiene algo de cinematográfico todo esto. Pero siento que esto es una muleta que estamos usando para caminar porque estamos rengos. En gran medida, la vamos a abandonar. Yo, por lo menos, si quiero volver al teatro, será para volver al teatro presencial. Lo que no quita que me meta a hacer algo que tenga que ver con lo cinematográfico. Son sistemas separados que conviven y que coexisten, cada uno en su unidad. No va a modificarse. Lo que se puede modificar es que si uno empieza a hacer cine, va a tener una carga teatral muy grande. Eso sí, pero porque el teatro es nuestro lugar de origen.
-¿La materia oscura juega con el género fantástico?
M.S.: -Sí, es una historia que bordea algo de lo fantástico, que también es algo que se podría hacer o proponer por esta mixtura con un lenguaje audiovisual. Hay algo del sentido que se arma en el relato, que es un sentido que queda suspendido en una cierta intriga, un cierto misterio acerca de la historia. Y antes que darle una explicación más realista, se puede hacer porque estamos probando este lenguaje nuevo que tiene referencias muy amplias. Cuando estábamos pensando hablábamos desde La pata de mono, de W.W. Jacobs, hasta La dimensión desconocida. Es la posibilidad de absorber algo del género fantástico, dentro de una propuesta híbrida pero teatral.
-¿Ya tienen realizadas otras obras para el ciclo?
D.V.: -Estamos trabajando mucho en una segunda. Se va a llamar El cuaderno rojo. Si bien puede llegar a tener algún contenido misterioso, en realidad puede explicarse también racionalmente todo lo que pasa, al igual que La materia oscura. Nos sentimos llevados a La dimensión desconocida, pero también después fuimos cayendo a lugares, donde todo lo que pasa es explicable. En ese sentido, El cuaderno rojo va a tener también algo de misterio, que son, como decía Mariano, tonos que son muy difíciles de desarrollar en teatro. No hay teatro con género de terror, por ejemplo.
-¿Cómo fue la experiencia del trabajo conjunto de escritura del guión y de dirección?
D.V.: -La verdad, muy bien. Habíamos intentado algo hace unos años. Nos llevábamos muy bien pero creo que no pudimos escribir una sola línea.
M.S.: –Nosotros nos conocíamos. El desafío ahora fue poder construir en un tiempo bastante breve un ida y vuelta que estuvo buenísimo porque siempre la invitación a jugar de a varios es un lujo. Es como en el fútbol: si más o menos podés llevar adelante el acuerdo y se da de manera fluida, es muy notorio.
Oscar Ranzani/Página 12