A River no le quedó otra alternativa que ceder. Ante la imposibilidad de lograr que el RiverCamp sea habilitado por la Liga Profesional de Fútbol, será local ante Banfield, mañana a las 21 en el estadio de Independiente. Anoche, la Liga aceptó ese escenario y lo comunicó en su cuenta de Twitter.
El partido debió jugarse anoche pero la Liga no aceptó el River Camp como escenario con el argumento de que si se juega en un campo de entrenamiento “no se cuida la imagen del producto” y le dio más tiempo al club para que consiguiera otro escenario. A las 13 del sábado le envió un comunicado a Núñez con 13 considerandos, a través de los que argumentaba por qué no le habilitaba el predio de Ezeiza y le daba plazo hasta las 20 para encontrar otra cancha donde ser local.
Cerca de ese horario, River contraatacó refutando la carta de la Liga, sosteniendo el pedido del RiverCamp y pidiéndole a la AFA que interviniera dado que Claudio Tapia había visitado las instalaciones del centro deportivo de Ezeiza el jueves y afirmó públicamente que estaba en condiciones para que se pueda jugar un partido oficial. Pero dejó una frase inquietante: “Solo falta la aprobación del Aprevide”.
River esperaba desde el sábado a la noche un apoyo más firme de la AFA, que nunca llegó. Y mientras las horas pasaban, la chance de sostener el RiverCamp a todo o nada se fue desvaneciendo. En el chat de dirigentes de River, algunos plantearon no presentar al equipo, pero la idea no cuajó. Hubiera sido romper lanzas casi definitivamente y exponerse a sanciones.
“Esto dejó de ser una cuestión técnica. O en realidad nunca lo fue. Acá se está midiendo el poder de distintos grupos y ya no se piensa en el bien común del fútbol argentino, lo que llaman ‘el producto’. Es el eterno vicio en el que cae la dirigencia argentina. Olvidan lo más importante y pelean por mezquindad y ego”, reflexionó uno de los dirigentes en diálogo con Clarín.
“La que define los estadios es la Liga”, afirmó Nicolás Russo. Un día antes el presidente de Lanús había dicho que “habría que hacer una excepción con el RiverCamp”. Como desde la AFA no había señales ayer hubo una comunicación desde Núñez a Avellaneda para activar el Libertadores de América.
“River pidió la cancha”, afirmó en radio La Red Jorge Damiani, secretario deportivo de Independiente, que ya le presta su cancha a River en la Copa Libertadores.
Más tarde, River confirmó el pedido e informó que jugará en el estadio ubicado en Avellaneda. Bajo protesta aunque no será dicho de manera oficial. Pagará los gastos de apertura del estadio, unos 300 mil pesos y no está definido si abonará el alquiler. Esperan un gesto de intermediación de la AFA.
Si bien el costo del alquiler (para la Copa paga casi 60 mil dólares por cada partido) era un inconveniente para River, se dio prioridad al pedido de Gallardo. El técnico de River está muy conforme con el césped de la cancha del Rojo un aspecto por el que siempre se preocupa -y se ocupa- el entrenador.
En tanto, en Ezeiza no hubo partido oficial, pero igual hubo fútbol. Antes de liberar a los jugadores, que volverán a concentrarse este lunes por la noche, se realizó por la mañana una práctica en la que hubo “picados”. Se armó un triangular entre futbolistas y el cuerpo técnico. Ganó el de Gallardo, que también contaba con Leonardo Ponzio. Cerca de las 18, el capitán publicó una foto del equipo ganador en sus redes sociales y la leyenda, “RiverCamp”. ¿Fue un mensaje?
De todos modos, nada pudo quebrar la postura de la Liga Profesional con el RiverCamp. Y eso que hasta Tapia había dicho que estaba en condiciones. Pero después se corrió de la escena dado que, según el reglamento, es la Liga la que determina dónde se juega. “No se le da el gusto a River, Tinelli queda en el ojo de la tormenta y la Liga arrancó cuestionada”, contó una fuente ligada a la AFA, que cree que el objetivo final es que el fútbol de Primera vuelva a estar centralizado en la calle Viamonte. ¿Jugada planificada?
Maximiliano Benozzi/Clarín