La consagración de Daniil Medvedev en el Masters le bajó el telón a una temporada tenística atípica en la que el parate por el coronavirus obligó, por ejemplo, a repensar el sistema utilizado para elaborar el ranking mundial. La ATP optó por congelar la clasificación durante los casi seis meses sin competencia y adoptar un formato que tomó resultados de los últimos 24 meses -a diferencia de los 12 habituales- para aplicar en la reactivación. Así, los jugadores no se vieron obligados a jugar y a defender puntos en el regreso. Y muchos optaron por no disputar algunos torneos para evitar un posible riesgo de contagio del virus. Pero, ¿qué pasará con el ranking en 2021?
La próxima temporada arrancará con el mismo formato de 24 meses que se extenderá hasta la semana del 8 de marzo, la previa al comienzo del Masters 1000 de Indian Wells. Es decir que en los primeros tres meses del año los tenistas no perderán puntos si no juegan un torneo o si consiguen un resultado peor que el de 2020. Sí podrán, en caso de mejorar sus actuaciones, aumentar sus cosechas.
La ATP tomó esa determinación a mediados de octubre al considerar que la crisis sanitaria seguirá condicionando, al menos en el comienzo del año, la organización de los torneos. Por ejemplo, la gira previa a Australia, que debería arrancar el 1° de enero con la Copa ATP, aún no fue confirmada ya que Tennis Australia negocia las pautas del protocolo con el gobierno de su país.
La decisión de la ATP de extender el período “congelado” le cayó muy bien a Novak Djokovic en su búsqueda de romper el record de Roger Federer de mayor cantidad de semanas como número 1. El líder del ranking con 12.030 unidades debía defender en los primeros meses de 2021, 3.165 puntos: 665 por ganar la Copa ATP Cup con Serbia, 2.000 por su consagración en Australian y 500 por el título de Dubai. Ahora sabe que, independientemente de lo que ocurra en la cancha, no perderá puntos.
Así tiene casi asegurado el número 1 hasta el 8 de marzo. Si eso ocurre, Djokovic, que acumula 296 semanas al frente de la clasificación mundial, llegará a 311 cuando se actualice el ranking en esa fecha y superará la marca de 310 de Federer, que planea para enero su regreso a la competencia luego de la operación de su rodilla derecha.
¿Quién podría evitarlo? Sólo Rafael Nadal. El español, segundo del ranking con 9.850 puntos, podría sumar 1.640 más si sale campeón en Australia (perdió en cuartos ante Dominic Thiem en la última edición) y mejorar en cerca de 400 su cosecha en la Copa ATP, en la que este año fue finalista y sumó 250. Así quedaría a menos de 200 puntos de Djokovic y tendría la chance de robarle el 1 si gana alguno de los ATP 500 que aparecen en el calendario: Rotterdam, Río de Janeiro o Dubai (en Acapulco ganó en 2020 y no podrá sumar).
Así como la decisión de la ATP beneficiará a Djokovic, perjudicará de alguna manera a quienes vienen detrás suyo en el ranking. Porque con los puntos “protegidos” por el nuevo formato los jugadores ubicados en los primeros puestos -que son los que más ganaron en las últimas temporadas-mantendrán sus unidades aunque no repitan sus grandes actuaciones. Y los de más abajo tendrán menos chances de superarlos.
Diego Schwartzman, por ejemplo, podría aprovechar el gran envión del final de la temporada y alimentar su ranking con un gran paso por la gira australiana, en la que en 2020 consiguió apenas 230 puntos: 50 de la Copa ATP y 180 de los octavos de final de Australia. Pero con el formato actual tal vez un gran rendimiento en esos torneos no se traduzca en un salto en el ranking, en el que ocupa el noveno lugar con 3.455 unidades.
Esa extensión del nuevo sistema hasta marzo podría repercutir incluso en el arranque de la temporada 2022. Porque, por ejemplo, si Dominic Thiem, finalista en enero en Melbourne, pierde antes de esa instancia en la edición de 2021 del Grand Slam australiano, igual conservará los 1.200 puntos que ganó y deberá defenderlos finalmente en 2022.
Ese será el panorama hasta marzo. A partir del 15, con Indian Wells ya en juego, se volverá al viejo formato. Para que todo sea más claro.
Luciana Aranguiz/Clarín