El delantero argentino Sergio Agüero dio este domingo un paso más en su legendaria carrera en la Liga inglesa al anotar tres tantos en la victoria del Manchester City por 6-1 al Aston Villa que lo convirtieron en el máximo goleador extranjero de la Premier League. Además, con su nuevo triplete se transformó en el jugador que más veces lo consiguió en la historia del certamen.
El «Kun» escribió un nuevo capítulo de su exitosa carrera en el fútbol de Inglaterra al superar a Thierry Henry, ícono de Arsenal, como el máximo goleador extranjero de la competición con 177 tantos, dos más que el francés.
A su vez, con los tres goles que le anotó a Aston Villa, el delantero de la Selección Argentina llegó a los doce tripletes en la Premier y dejó atrás a otro histórico goleador como Alan Shearer, ex Newcastle y Blackburn Rovers.
El ex jugador de Independiente fue titular en el equipo dirigido por el español Josep Guardiola y fue el autor del tercero, del quinto y del sexto de la cuenta del City, que completó las cifras con dos tantos del argelino Riyad Mahrez y el restante del brasileño Gabriel Jesús.
«Muy feliz por la victoria, muy emocionado por los nuevos logros y estar a la altura de leyendas como Thierry Henry, Frank Lampard y Alan Shearer», escribió Agüero en su cuenta oficial de la red social Twitter.
«Es tiempo de agradecer a todos los que lo hicieron posible. A mis compañeros, a todo Manchester City, a los fans, a la Premier League, a mi familia y a todos los que día a día me ayudan a seguir creciendo. Y una dedicatoria especial para mi hijo Benjamín», apuntó el ex Independiente.
Agüero, de 31 años, suma trece gritos en 16 partidos en el campeonato y está a cuatro del máximo artillero, Jamie Vardy, de Leicester. En las nueve temporadas que lleva en el «City», el «Kun» registra 177 goles y 46 asistencias en 255 partidos en la Premier, para un total de 249 tantos en 359 encuentros. De esa manera, es el máximo goleador en la historia del club y el quinto en el listado de la Premier, detrás de Alan Shearer, Wayne Rooney, Andy Cole y Frank Lampard.
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La final de la Supercopa de España fue un enorme Deja vu. Para Real Madrid, otra vez campeón. Para Atlético, de nuevo en las puertas del título. Para Zinedine Zidane, quien ganó las nueve finales que disputó como DT y también para el Cholo Simeone, quien otra vez vio de cerca cómo la porción blanca de la capital española celebró en sus narices, pese a otro juego de dientes es apretados, con una paridad táctica en la que se impuso siempre el juego que quiso Atlético y que se resolvió por una tanda de penales que encontró en Courtois al hombre decisivo con una na atajada impactante ante el remate de Thomas.
El 0 a 0 del tiempo reglamentario y de la prórroga también se pareció muucho a un plan craneado por Simeone, quien puede lucir orgulloso una virtud que pocos entrenadores en el mundo logran con sus equipos: Atlético de Madrid hace todo tal cual como lo planifica su DT. Corre, asfixia, se despliega, aprovecha huecos y maximiza sus virtudes en función de una planificación que parte desde la pizarra del Cholo. Falta un plus, ese que tuvo para eliminar al Barcelona en la semifinal, pero que se topó con dos atajadas clave de Courtois en el cierre del tiempo suplementario.
Aunque sin lugar a dudas la jugada que recorrió el planeta no fue un gol, un penal ni una atajada. Ni siquiera esa definición exquisita de Sergio Ramos para resolver la tanda de penales. Lo que eclipsó todo fue una infracción del uruguayo Valverde sobre Morata en el último instante del segundo tiempo añadido. El hombre del Real Madrid cometió una infracción desde atrás para evitar que el delantero del Atlético quedara de cara al gol y al título. La polémica se instaló luego porque se le otorgó el premio al mejor jugador del partido. Las voces en Arabia Saudita elogiaron su acción.
“Me felicitaron porque hoy por hoy se destaca esa jugada. Fue un momento para mí triste. Estaba con mucha bronca. Fue algo que no se debe hacer con compañeros que están jugando. Pido disculpas a Álvaro pero era lo único que me quedaba hacer por el equipo”, reflejó Valverde. Pero todo el Real Madrid lo valoró. “Es una falta grosera pero había que hacerla en ese momento. Al final lo importante es que se ha disculpado con Morata porque se conocen muy bien”, marcó Zidane, en sintonía con Simeone, quien no solo exculpó al uruguayo sino que ponderó su jugada. Al cabo, la Supercopa de España mostró nuevos actores pero a dos viejos conocidos en el banco de suplentes. “Al final nos viene bien jugar con ellos las finales”, ironizó Kroos. Parece tener razón.
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