Simone Biles ejecutó un ejercicio nunca antes intentado en un Mundial: un doble mortal hacia atrás con dos giros. Lejos de premiarla, la Federación Internacional de Gimnasia le negó el puntaje perfecto para evitar que otras la imitaran por el riesgo que implica.
Con 14 títulos mundiales -además de tres platas y tres bronces- y cuatro oros olímpicos, Simone Biles afirmó más de una vez que ya no compite sólo para seguir sumando medallas. Su principal objetivo ahora es más personal: ver hasta dónde puede llevar la dificultad de sus ejercicios y hasta qué límite puede exigir a su cuerpo de 1,42 metro.
Claro que la gran estrella estadounidense, dominadora de la gimnasia artística en la última década, quiere que sus logros sean reconocidos como se merecen. Lo que siente que no ocurrió durante el Mundial de Stuttgart, en el que realizó dos nuevos ejercicios y uno -una salida en la viga de equilibrio- no fue catalogado con el puntaje que ella esperaba.
La Federación Internacional de Gimnasia (FIG) le asignó una dificultad “H” a ese doble mortal hacia atrás con dos giros, que obliga a la gimnasta a hacer una rotación en el aire de 720 grados y que Biles ejecutó con éxito durante la clasificación.
Esa “H” corresponde a 0,8 puntos, según el código de puntuación de la FIG. Y aunque de esa manera el “Biles” es el ejercicio más difícil en lo que respecta a la barra de equilibrio, muchos -incluida la propia Simone y sus entrenadores- confiaban que fuera calificado con una dificultad mayor. Algunos señalaban que recibiría una “I”, que implica 0,9 puntos, y varios se arriesgaron a pronosticar una “J”, que equivale a un punto, con la que sí fue catalogado su doble mortal con triple pirueta en suelo.
La estadounidense es una atleta respetuosa, pero no tiene miedo de levantar la voz cuando lo cree necesario. Y no ocultó su disgusto. “Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… Mierda ( Bullshit)”, escribió en su cuenta de Twitter cuando la FIG dio a conocer el puntaje asignado a su novedosa salida, que había presentado por primera vez en el Campeonato Nacional de Estados Unidos en agosto, pero que debía realizar exitosamente en Stuttgart para que fuera bautizada con su nombre.
Tras completar su rutina de barra en la clasificación en Stuttgart, por la que recibió un puntaje de 14.800, que la dejó primera en ese aparato de cara a la final, volvió a mostrar su descontento. Tras ejecutar con perfección su aterrizaje y saludar al público, le dedicó un par de aplausos irónicos a los jueces que la evaluaban.
“¿Estoy en un nivel diferente al de las demás? Sí. Pero eso no significa que no me puedan dar crédito por lo
que hago”, le había dicho antes de debutar en el Mundial a la NBC en un claro reclamo a la FIG.
Las redes sociales se inundaron de críticas, que hablaron de “insulto”, “burla” y “castigo a la perfección”. Los reproches llevaron a la FIG, que no suele dar explicaciones sobre puntuaciones, a emitir un comunicado para justificar su decisión. El Comité Técnico femenino le dio “un valor razonable” al ejercicio de la estadounidense tras tener en cuenta varios aspectos, entre ellos la seguridad de la atleta que lo ejecute.
“Hay un riesgo añadido en la recepción de los dobles mortales en la salida de la barra, con o sin giros, que incluye una posible caída sobre el cuello”, afirmó la FIG . Señaló que no es la primera vez que se tomó una decisión de este tipo para “proteger a las gimnastas”. Dio a entender que evitó darle mucho valor al elemento para no “tentar” a las gimnastas a arriesgarse a realizar un ejercicio para el que no están preparadas, anteponiendo la puntuación a su seguridad.
El reclamo de Biles encontró apoyo en la Federación de Gimnasia de Estados Unidos, que emitió un comunicado para exponer su “respetuosa discrepancia”. “Esperábamos que el Comité Técnico revisara la valoración luego de nuestro reclamo. Pero reconocemos que son ellos quienes toman las decisiones”, señaló el organismo norteamericano.
Y agregó: “La seguridad de nuestros deportistas es nuestra primera prioridad, pero creemos que las dificultades deben recibir el valor que merecen. Simone es una gimnasta increíble, que desarrolla y evoluciona las reglas con creatividad, habilidad técnica y dificultad y nosotros aplaudimos y apoyamos su esfuerzo”.
Tom Foster, coordinador del seleccionado estadounidense, y Cecile Landi, quien entrena a Biles junto a su esposo Laurent, también coincidieron en que la calificación no fue justa. “Esta es una recepción increíblemente difícil, pero ellos lo hacen ver demasiado fácil”, comentó la entrenadora francesa.
“Siguen pidiéndonos que agreguemos dificultad y espectacularidad y hagamos ejercicios más duros. Así que los hacemos. Y después ellos no los reconocen. No creo que sea justo”, comentó Biles, conocida por ser extremadamente cauta a la hora de elevar la dificultad de sus ejercicios.
Tan es así que durante una conferencia de prensa previa al Mundial, reconoció que su entrenador tuvo que convencerla de incluir sus nuevos ejercicios en las rutinas de competencia. Y que antes de mostrarlas en público, las había practicado durante años en los entrenamientos.
La decepción por la injusta valoración fue tan grande para Biles que llegó a pensar en no realizar su nueva salida en el Mundial. Aunque optó por seguir con su plan original y deslumbró.
No sólo quedó primera en viga, sino también en suelo con 14,833, más allá de una penalización de 0,2 puntos por haber apoyado su pie afuera de los límites del tapiz. En ese aparato también ejecutó con éxito su doble mortal con triple pirueta, que será conocido como el “Biles II”.
Además, fue segunda en salto con 15,066 y séptima en barras asimétricas con 14,733. Así se metió en las finales de todos los aparatos y finalizó en el primer lugar de la clasificación del all around con 59,432 puntos. Perfeccionista, afirmó: “Creo que aún puedo hacerlo mejor, pero el objetivo acá no era estar genial, sino simplemente hacer las cosas bien”.
Hoy disputará la final por equipos, para la que Estados Unidos parte como favorito. El jueves irá por un nuevo título en el all around, para ampliar su récord de cuatro oros. Y el fin de semana se presentará en las finales por aparatos. Es que más allá de que las medallas ya no son su principal motivación, Biles quiere seguir haciendo historia y rompiendo límites. Aunque a veces no reciba el crédito que se merece.
Luciana Aranguiz/Clarín