Se iluminó el estadio Tomás A.Ducó y el equipo de Diego Dabove está iluminado. Huracán aún no brilla con todas sus luces pero los hinchas se ilusionan con este arranque furioso de temporada, con 11 goles en tres partidos: dos de la Liga y uno de la Copa Argentina. Banfield dio muchas ventajas en el fondo y el local aprovechó todo en el primer tiempo y después aguantó la diferencia.
Cinco décadas atrás, el 5 de diciembre de 1973, el Huracán de César Luis Menotti, que tenía figuras como Miguel Brindisi, Carlos Babington y René Houseman, inauguró el sistema lumínico, moderno para la época, ante el Santos de Pelé, que brilló con luz propia y anotó un golazo. El equipo brasileño goleó 4 a 0.
Lejos de aquellas luminarias, Huracán y Banfield protagonizaron un partido típico del fútbol argentino: intenso, friccionado, peleado, abierto. Es cierto que con un mediocampo que tiene a Bertolo y el uruguayo Aleman, el
Taladro intentó jugar y llegar tocando, pero el Globo no regala ni un metro y, a puro corte, logró desenfocar a los talentosos de la visita.
Pero el local tuvo otra ventaja en la primera parte: la mala actuación de la defensa rival, que dio ventajas por los costados y tuvo desinteligencias entre los centrales.
En el arranque, Cordero aprovechó un centro de Benítez para marcar el 10 a los 3 minutos. Pero tras un córner desde la derecha, Andrés Chávez entró solo y empató a los 22. Después fue Huracán el que buscó con pelotazos largos y centros punzantes. Cambeses salvó dos veces ante Cordero, pero no pudo evitar el cabezazo de Tobio para el 2-1. En el cierre de un primer tiempo que se había picado entre los protagonistas, Chaves sacó largo, falló toda la defensa del Taladro y Gudiño marcó el tercero.
Los cambios mejoraron a Banfield, que puso en riesgo el triunfo de Huracán cuando logró el descuento con el gol en contra de Soto. La visita se animó a buscar el empate con argumentos, pero también se expuso a la contra del Globo, que no lo pudo definir pero festejó su tercera victoria al hilo en el año.
Oscar Barnade/Clarín-Deportes
PRIMERA VICTORIA DEL HALCÓN
En el Bosque de Plata, el Halcón se agazapó y desplegó las alas para superar a un Lobo que primero aulló pero después terminó manso y desprotegido. Defensa y Justicia ganó 2 a 0 en La Plata, sumó su primera victoria en el torneo y le dejó una herida más profunda a Gimnasia.
No mereció la derrota el local, pero perdió nomás. No mereció la victoria Defensa y Justicia, pero ganó nomás. Así son las circunstancias, a veces ilógicas, del fútbol. Con inteligencia y un Ezequiel Unsain magistral, el visitante soportó los embates de Gimnasia, resistió y cuando tuvo sus chances no las desaprovechó. Fue efectivo y contundente.
Gimnasia asumió el protagonismo en búsqueda de su primer triunfo, luego de un debut con derrota ante
Vélez. Ocupó el terreno rival y gracias al juego y la dinámica de Eric Ramírez, creó las chances para convertir. La más clara fue cuando Guillermo Enrique conectó un centro de Alan Sosa y Unsain sacó la pelota con sus pies, parado en la línea.
El equipo de La Plata hizo un gran desgaste físico durante 60 minutos. Sometió por momentos a Defensa y Justicia y buscó mucho el arco rival, pero entre las atajadas de Unsain y los remates que se fueron desviados, no logró concretar. Mientras, los visitantes se fueron acomodando en el terreno de juego y esperaron su chance para contraatacar. En la segunda etapa, el Halcón mejoró su juego y cuando pudo, golpeó. Y lo hizo por partida doble en poco tiempo.
A los 18 minutos del complemento, una jugada iniciada en los pies de Unsain terminó con la definición sutil de Santiago Solari para el 1 a 0 ante la salida de Tomás Durso. Y cuatro minutos después, Nicolás Fernández convirtió de penal tras el topetazo de Enrique sobre Nazareno Colombo.
Gimnasia se cayó y la victoria de Defensa no corrió peligro. El equipo de Florencio Varela se recuperó de la derrota ante Huracán, mientras que Gimnasia, sin varios de sus referentes de la buena campaña del año pasado, sufrió una nueva herida.
Clarín/Deportes