
El Gran Premio de Rusia de 2021 tiene un lugar asegurado en los libros de historia de la Fórmula 1. Será recordado para siempre como la prueba en la que Lewis Hamilton consiguió su victoria número 100 en la categoría reina. El británico se impuso en el circuito de Sochi en una carrera que se definió en las últimas dos vueltas, en un desenlace cargado de tensión y con la lluvia cayendo con fuerza, y recuperó además la punta del campeonato.
Fue un triunfo a pura estrategia del de Mercedes, quien escuchó a su equipo cuando lo llamó a boxes para poner neumáticos para pista mojada y terminó cruzando la meta en primer lugar, aprovechando un error de criterio de Lando Norris, que iba primero, quiso finalizar con gomas lisas y terminó despistándose.
Hamilton se subió así al primer lugar del podio escoltado por Max Verstappen, su gran rival en la lucha por el título de esta temporada y otro de los grandes protagonistas del día. Es que el neerlandés partió último, luego de cambiar el motor de su Red Bull para esta fecha, hizo un carrerón y se quedó con el segundo lugar, para minimizar el daño. Carlos Sainz (Ferrari) finalizó tercero, tras liderar la prueba durante más de 15 vueltas.
El español se robó la atención cuando, tras una largada impecable, superó al poleman Norris en la segunda curva y se posicionó como líder, con el británico de McLaren detrás y George Russell (Williams) tercero. Hamilton, que había partido desde la segunda línea, no reaccionó bien y cayó hasta el séptimo lugar.
En la vuelta 14, Norris consiguió recuperar el primer puesto y Daniel Ricciardo, su compañero en McLaren, actuó como una “barrera” entre el joven y Hamilton. Hasta que Lewis quedó segundo y la lucha por el número uno fue un mano a mano entre los británicos.
Entonces llegó al lluvia. Las primeras gotas aparecieron en la vuelta 45 y un par de giros más tarde la pista estaba muy resbaladiza. Algunos pilotos no dudaron y cambiaron los neumáticos enseguida. Otros intentaron continuar con las gomas lisas. Fue el caso de Norris y Hamilton, quienes se negaban a entrar a boxes.
“No, no”, repetía el de Mercedes cada vez que por radio le decían que pasara a cambiar las gomas. Es que no quería perderle pisada al líder. Pero finalmente le hizo caso a su equipo, paró en la vuelta 50 y volvió rapidísimo a la pista. Norris le sacó 25 segundos de ventaja, pero no tuvo tiempo de relajarse.
Es que Lewis, con neumáticos medios para lluvia, aceleró a fondo y empezó a descontar la diferencia. Y el de McLaren, que seguía haciendo oídos sordos a su equipo que lo urgía a cambiar los componentes, empezaba a sufrir con la adherencia y no conseguía mantener completamente el control de su auto.
En la vuelta 51, finalmente, Norris se despistó, aunque sin golpear las barreras, y Hamilton aprovechó para adueñarse del primer lugar que ya no soltó.
“Pensé que era el camino correcto, pero tomé la decisión equivocada. Y fue mi decisión. No ver la lluvia, no darme cuenta que estaba ganando intensidad… Nos costó muy caro.
Es pura angustia”, se lamentó más tarde Norris, que tuvo que entrar a boxes tras el despiste y fue séptimo.
“El equipo hizo un gran llamado al final, cuando vino la lluvia. Yo no quería entrar a boxes, pero tenían razón.
Tomaron una decisión fantástica”. afirmó Hamilton, que cruzó la meta con una ventaja muy grande sobre sus perseguidores.
“Se hizo desear el triunfo número 100. La verdad, no sabía si llegaría”, comentó quien no ganaba un Gran Premio desde el 18 de julio, cuando se impuso en Silverstone, con polémica por un choque con Verstappen.
“Lando tuvo un ritmo increíble y está haciendo un gran trabajo para McLaren. Cuando empezó a caer el agua, no quería dejarlo escapar, pero en un momento el auto se deslizaba mucho. Fue una decisión difícil, pero elegimos el momento justo para parar. Al final, la lluvia nos ayudó a dar ese último salto”, comentó el heptacampeón. “Este es un momento mágico”, cerró.
Clarín/Deportes

Fin de semana caliente en San Juan. No sólo por lo que mostró el termómetro, con una temperatura que superó ampliamente los 30 grados desde que el SuperBike Argentino puso primera el jueves en un verdadero festival del deporte motor nacional. El Súper TC2000 le puso el broche con una fecha por demás ríspida, entre reclamos, sanciones, portazos y ausencias. Y Agustín Canapino se destacó con una victoria por demás importante en la lucha por el campeonato 2021 de la categoría más tecnológica de la región.
La victoria en el trazado cuyano pone al arrecifeño a sólo un punto de la cima en la que se mantiene Leonel Pernía. El piloto de Renault fue tercero en la fecha sanjuanina, detrás de Julián Santero, ahora el mejor representante del Toyota Gazoo Racing, tras la ausencia de Matías Rossi en El Villicum (ver recuadro), una decisión tan sorpresiva como polémica.
La final se largó con Franco Vivian, su compañero de Toyota, desde la pole position, junto con Facundo Ardusso, quien en ningún momento se mostró competitivo con el Honda. Ambos estaban allí por la serie de sanciones que se habían ejecutado el sábado por la noche en perjuicio de Canapino, Damián Fineschi ( Renault), Santero y Bernardo Llaver (Chevrolet), todos ellos con 5 segundos; y el mismo Rossi, con 45 segundos, que del triunfo en la carrera clasificatoria pasó al 18° lugar.
La competencia comenzó agresiva, como ya es costumbre en este nuevo presente del Súper TC2000, quizá potenciado con el uso del “Push to Pass”, el sistema que potencia a los motores cada vez que los pilotos disparan su accionamiento.
Vivian aguantó apenas un par de vueltas su condición de líder, ya que Canapino, gran candidato a la victoria, primero superó a Ardusso al final de la recta principal y en el mismo lugar accedió a la vanguardia al doblegar al piloto del Toyota Gazoo Racing.
“Le dedico esta victoria a mi familia, a la memoria de mi papá (Alberto). Las dos primeras vueltas fueron fundamentales. Pude llegar adelante. A partir de ahí me favoreció el aire limpio y pude manejarla”, comentó Canapino (Chevrolet) en la transmisión de Carburando.
“Esta victoria viene muy bien. Lamento el error del sábado, porque nos hubiera dado un fin de semana perfecto, en el que logramos la pole. Pero estamos muy bien. En función del campeonato, lo veo muy firme a Pernía, aunque no me olvido del resto que lucha por la corona”, agregó Canapino.
Agustín suma 154 puntos, uno menos que Pernía, a quien ve como su gran rival. No sólo por la diferencia matemática sino también por el rendimiento del equipo Renault.
“Sumamos fuerte. Es muy importante. Nos recuperamos de la falla del sábado y hoy hicimos todo lo que teníamos que hacer por el campeonato. Se nos puso muy difícil por el problema con el motor, pero es importante para mantenerse en la lucha por el título. Este circuito nos complicaba y ya nos lo sacamos de encima”, destacó Pernía tras salir tercero.
Julián Santero es el nuevo tercero del campeonato, con 113 puntos, cuatro puntos más que el ausente Rossi. “Usé un gran auto que me entregó el equipo. Presioné a Agustín. No nos equivocamos ninguno de los dos. Él era llamativamente rápido en la recta. Logré un muy buen resultado y estoy entusiasmado por lo que viene”, aseguró.
Desde atrás, Pernía redondeó una muy buena su carrera. Muy confiado en la previa por el potencial de su Renault Fluence, largó desde la sexta posición y con paciencia, pero no por eso sin competitividad, avanzó al tercer puesto y se ubicó detrás de Santero, que se las arregló para luchar por la carrera detrás de Canapino.
El arrecifeño logró su tercera victoria de la temporada (venció en una carrera clasificatoria y en una final en Buenos Aires) y se pone a tiro en la pelea directa por el título del Súper TC2000.
Se viene el final de bandera verde con Pernía, con quien seguramente disputará la corona. Es cierto que Santero, Ardusso y el ausente Rossi también tienen posibilidades matemáticas, pero la recta final consta de las citas en Rosario, Alta Gracia y Buenos Aires.
En un final de temporada caliente, entre reclamos, denuncias y portazos, la definición deportiva aporta su atractivo a un Súper TC2000 que entró en una resolución impensada.
Roberto Berasategui/Especial para Clarín