El único héroe válido –planteaba Héctor Germán Oesterheld en el prólogo de El Eternauta– es el héroe en grupo. En la matriz de esta concepción se podría inscribir también la “conversación” sobre la cultura, especialmente el trabajo de las editoras y editores de sellos medianos o muy pequeños, que asumen el desafío de publicar literatura de calidad de escritoras y escritores inéditos o con pocos libros circulando. La escritura y la edición participan del orden material y simbólico. La torre de marfil –que pudo tener cierta potencia en el imaginario literario occidental- se revela en estos tiempos como una postura solipsista y acaso fútil. Escritores y editores están en la historia y en el mercado. El lanzamiento de un nuevo premio implica construir un largo camino en la visibilización y circulación de la literatura argentina en el siglo XXI. El Premio Fundación Medifé Filba –a la manera del Man Booker o el Pulitzer- reconocerá a una autora o un autor de una novela publicada el año anterior con 300 mil pesos. El jurado de esta primera edición estará integrado por la escritora cordobesa Eugenia Almeida, la escritora y crítica Beatriz Sarlo y el escritor y editor Luis Chitarroni.
Este nuevo premio –fruto del trabajo en colaboración entre la Fundación Medifé y el Festival Internacional de Literatura Filba– será un modo de distinguir al mejor libro publicado el año anterior; en esta edición serán aquellas novelas que hayan sido editadas con ISBN de Argentina durante 2019. No pueden participar las novelas publicadas por la editorial Eterna Cadencia, que pertenece a Pablo Braun, presidente de la Fundación Filba. Las novelas podrán postularse para concursar desde el 9 de marzo hasta el 15 de abril. Y podrán hacerlo los propios autores como los representantes de las editoriales. Cada sello editorial podrá enviar un máximo de tres novelas. Un jurado de preselección se encargará de evaluar las obras recibidas, se reunirá para debatir y definirá una “lista larga” de diez títulos finalistas, como en el Man Booker, que se dará a conocer a fines de junio. A partir de esa lista larga, Chitarroni, Sarlo y Almeida, el jurado del premio, seleccionará una “lista corta” de cinco títulos, que se difundirá en agosto. Los primeros días de septiembre se anunciará a la ganadora o el ganador y el acto de entrega se realizará durante el 12° Festival Internacional de Literatura Filba, previsto para fines de septiembre.
“En la Argentina hay escritoras y escritores extraordinarios; queremos que este premio ayude a dar visibilidad a sus mejores obras y colabore con su circulación, en el país y en el mundo. Que respalde a las novelas elegidas y también a las editoriales que apostaron por ellas. Que reconozca el valor de la literatura como fuerza movilizadora de identidad, memoria y reflexión crítica”, plantean los organizadores en el comunicado oficial de este nuevo premio. Gabriela Adamo, de la Fundación Filba, dice que “un premio sirve para generar conversaciones” en torno a los libros. “Los premios que existen en Argentina son todos a novela inédita y es una forma también de las editoriales de conseguir nuevos autores. Nos importa premiar al autor y al editor que ya se jugó con esa novela –explica Adamo-. Los libros salen con mucho acompañamiento, prensa y redes; lo que antes tardaba un Cortázar siete años en empezar a circular, hoy en día ningún libro puede estar tanto tiempo; lo dan de baja, lo descatalogan, las librerías los devuelven. Ese lapso de un año es un período muy crítico para la buena literatura y ahí es donde queremos intervenir: en ese momento en que se puede hacer una evaluación de cuáles de esos buenos libros son los más importantes. Por eso la ‘lista larga’ y la ‘lista corta’. Aunque después el que gane sea uno; son diez libros que van a tener un acompañamiento de comunicación en ese período bastante crítico en que las librerías o los devuelven o las editoriales los descatalogan”.
La apuesta de máxima es que el Premio Fundación Medifé Filba adquiera prestigio de menor a mayor y de adentro hacia afuera; que la faja en los libros premiados en las librerías del país sea el anzuelo que pueda interpelar a nuevos lectores; y que ese reconocimiento abra las puertas para que las novelas sean traducidas a otras lenguas. “¿Por qué a una fundación de una empresa de salud le interesa la literatura”, es la pregunta que suele hacerse Daniela Gutiérrez, gerenta general de la Fundación Medifé. “La salud es un concepto más amplio que tiene que ver con el vivir bien, no de un modo bobo sino consciente; un modo además enriquecido por experiencias estéticas acerca de lo bello y lo sublime. Nos pareció muy virtuosa la alianza con Filba. No hay nada bueno que se haga solo; procuramos siempre trabajar con otros porque nos aportan puntos de vista y hacen la vida más plural y más diversa”, reflexiona Gutiérrez.
Silvina Friera/Página 12