Sin la presencia de Mirtha Legrand ni de su melliza, Goldie, ayer al mediodía familiares y amigos despidieron los restos de José Martínez Suárez, el hermano de la diva, fallelcido el sábado a los 93 años de una neumonía infecciosa. Luego del velatorio, que tuvo lugar en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), el cortejo fúnebre marchó hasta el cementerio de la Chacarita.
Antes del último adiós también se realizó un responso en la capilla ardiente del cementerio del que participaron varios actores y figuras del cine, como la actriz Loren Acuña.Los abogados Mauricio D’Alessandro y Mariana Gallego también asistieron a la ceremonia religiosa y se mostraron sumamente conmovidos.
Por su parte, Mirtha, quien sí asistió al velatorio de su hermano, expresó ante las cámaras de Farándula Show una frase que resume el enorme orgullo que ella sentía él: “Se fue un grande”. Además, la diva de los almuerzos -quien canceló ambas emisiones del fin de semana-, envió una enorme corona cuya cinta decía: “Tu hermana Chiquita con todo mi amor”.
El célebre director y guionista de cine falleció este sábado luego de pasar varias semanas internado en terapia intensiva después de sufrir una fractura de cadera como consecuencia de una caída. Si bien él había sido operado de la cadera con éxito, en el proceso de recuperación contrajo una neumonía infecciosa que obligó trasladarlo a la terapia intensiva de la clínica CEMIC, en Barrio Norte.
Desde entonces, Mirtha acompañó a su par en cada momento y fue a visitarlo regularmente, según trascendió. “Tiene una neumonía muy rebelde. Además, se cayó y lo tuvieron que operar de la cadera, así que no está bien y nos tiene a toda la familia muy angustiados”, dijo la conductora de El Trece, poco antes de la muerte de José.
Martínez Suárez nació el 2 de octubre de 1925 en Villa Cañás, donde acunó su pasión por el cine gracias a las cintas que semanalmente llegaban en camión a ese pueblo del sur santafesino. Sus primeros trabajos en la industria cinematográfica fueron en Lumiton, la primera productora creada en Argentina, donde fue asistente de dirección.
Luego llegaron las direcciones de El Crack (1960), Dar la cara (1962), Viaje de una noche de verano (1965, su ópera maldita, destrozada por la crítica), Los chantas (1975), Los muchachos de antes no usaban arsénico (1976) y Noches sin lunas ni soles (1984). También participó como guionista de Cómo seducir a una mujer (1967) y La Mary (1974), además de varios de los films que él dirigió. En tanto, en los últimos años ocupó la presidencia del Festival de Cine de Mar del Plata, que realizó una retrospectiva de su obra.
Clarín/Espectáculos