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En la burbuja neoyorquina, los jugadores esperan el inicio de Cincinatti

Diego Schwartzman ya está en la Gran Manzana para jugar Cincinatti y el US Open.

El torneo de Cincinnati, que marcará la reanudación del circuito masculino y será la primera cita importante del femenino en el regreso del tenis tras la pandemia de coronavirus, se pondrá en marcha el sábado en Nueva York. Y mientras el Billie Jean King National Tennis termina de acomodar sus canchas para recibir la acción de ese torneo (que habitualmente se juega en Cincinnati) y de Flushing Meadows, los jugadores pezaron a copar la burbuja.

Tras varios meses sin competencia muchas de las grandes figuras del mundo del tenis ya se instalaron en Queens, uno de los distritos de esta ciudad, pasaron por los primeros controles obligatorios para descartar los contagios y pudieron empezar a entrenarse sobre el cemento estadounidense. Ansiosos por volver, ni bien fueron autorizados a moverse por el hotel oficial y el complejo -los únicos lugares que pueden frecuentar, de acuerdo al estricto protocolo de prevención- varios comenzaron a compartir imágenes de la particular experiencia de la nueva normalidad del tenis.

Diego Schwartzman fue uno de los primeros en llegar a Nueva York después de pasar un par de semanas en Bahamas junto a su entrenador Juan Ignacio Chela y el resto de su equipo para aclimatarse al calor del verano del hemisferio Norte. El argentino, 13° del mundo, celebró el domingo su 28° cumpleaños con la buena noticia de que tanto él como su equipo dieron negativo en los tests. Y con luz verde para entrenarse mostró el lunes un video en sus redes de sus primeros peloteos en una de las canchas secundarias del predio.

Schwartzman también subió a sus historias de Instagram un divertido video en el que filmó de lejos a su amigo Dominic Thiem cuando lo vio al otro lado del Arthur Ashe. “Distancia social”, escribió mientras con sus dedos indicó la ubicación del austríaco, casi imperceptible en la pantalla.

La organización del Grand Slam estadounidense, que arrancará el 31, puso a disposición de los máximos favoritos del torneo algunas de las suites VIP ubicadas en el estadio principal, que los jugadores utilizarían para cambiarse para evitar que se junten demasiadas personas en los vestuarios del complejo. Algunos tenistas también compartieron con sus fanáticos la comodidad de esas instalaciones.

El equipo de Kristina Mladenovic, por ejemplo, mostró un mini recorrido en el que se puede ver un gran sillón, dos televisores y hasta una pequeña cocina. Y la salida al palco con una vista privilegiada a la cancha más importante del complejo.

La francesa compartió también una imagen tras el entrenamiento que realizó con la griega Maria Sakkari. Y lo mismo hizo el ruso Karen Khachanov que tuvo su turno para pelotear junto al croata Borna Coric.

El canadiense Felix Auger Aliassime , una de las grandes promesas del circuito, se encontró a la distancia con Alexander Zverev mientras filmaba la vista panorámica desde su suite. “Este tipo… ¿Qué piensa qué está haciendo? Ponete una remera”, bromeó mientras lo enfocaba con su cámara. El alemán, sorprendido, levantó ambos brazos a modo de saludo.

Zverev también protagonizó un divertido momento con Novak Djokovic. Tras su primera sesión de entrenamientos el serbio, número 1 del mundo, le lanzó desde la cancha un par de pelotitas con tanta puntería que el atrapó atrapó una con una mano.

Aunque no todo es entrenamiento en la burbuja. Sin las libertades que habitualmente tienen cuando juegan en Nueva York, los jugadores tienen que buscar formas creativas para pasar el tiempo libre, lo que parece no ser un problema para David Goffin.

El sueco Thomas Johansson, entrenador del belga, subió a sus historias de Instagram un video en que se lo ve jugando al ping pong con su compatriota Germain Gigounon en el hotel.

El estadounidense Frances Tiafoe contó que instaló en su habitación un green portátil de mini golf y un aro de basquetbol que colgó en la puerta de entrada.

Mientras esperan que el reloj de la cuenta regresiva llegue a cero y se ponga en marcha la acción en Nueva York, los tenistas empezaron a copar la burbuja y a acostumbrarse a la nueva normalidad. Parece que no la pasan mal.

Clarín/Deportes

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