Sin muchas opciones para el recambio, y a pesar de mirar de reojo la revancha con Santos del jueves por la Copa Sudamerciana, Julio Falcioni optó por poner nuevamente lo mejor en el debut por el torneo ante un Argentinos Juniors que sí plantó un equipo totalmente alternativo. Así y todo no pudo cantar victoria en Avellaneda un poco por la falta de claridad en los últimos metros y un poco mucho por Lucas Chaves.
Los corazones casi que trepaban por la garganta para salirse por la boca de los hinchas de Argentinos cada vez que veían por la TV cuando Chaves y la defensa arriesgaban por demás en la salida desde abajo. Pero la desesperate inseguridad se esfumaba cuando la figura del buen arquero del Bicho aparecía ante cada aviso de Independiente.
El Rojo presionó y generó varias chances a lo largo de una primera parte en la que fue el único dominador, mientras que la visita apenas se quedó en una leve intensión inicial
de jugar al palo y palo. Gabriel Milito eligió cuidar a todos sus titulares de cara al duelo de vuelta ante River por la Libertadores, aunque mantuvo el esquema de tres defensores. Pero presentó muchas fisuras por las que los delanteros rojos se colaron.
Un tiro libre de Lucas Rodríguez, un cabezazo de Lucas Romero desactivado por Chaves tras un centro de Alan Velasco, un disparo de Silvio Romero desviado, dos tiros del desequilibrante Sebastián Palacios, también atajadas por el arquero visitante. Independiente mereció algo más que ese cero que se llevó al entretiempo de un partido en el que el expelado Sosa fue casi un espectador de lujo. Un cabezazo de pique al suelo del chico Román Vega fue la más peligrosa que tapó el uruguayo.
Uno de los mayores desafíos de este Independiente austero será poder sostener la intensidad de los primeros 45 minutos el mayor tiempo posible en el complemento, teniendo en cuenta que en el banco no tiene demasiadas opciones de experiencia y jerarquía. Falcioni avisó que tenía un plantel corto y se nota a la hora de los cambios para intentar refrescar pierna sin perder el nivel.
Chaves bloqueó un una mano otra chance de Palacios como para darle un golpe bajo en la autoestima del Diablo, que hacía todo bien salvo el último toque, el más importante. El Emperador decidió sacar al Tucu, que venía siendo el más inquieto arriba, ara meter a Jonathan Herrera. Perdió movilidad el local y el arco al que venía amenazando le empezó a quedar cada vez más lejos.
Silvio Romero, incansable capitán que debió retroceder mucho para tomar contacto con el balón, probó de derecha sobre el final y una vez más las manos de Chaves le dijeron que no a un Independiente sin variantes que a pesar de todo debió llevarse algo más que un punto.
Nahuel Lanzillotta/Clarín
PARECÍA DEL CICLÓN, PERO SE LO EMPATÓ ARSENAL EN ABURRIDO PARTIDO
Había expectativas renovadas en San Lorenzo. Después del desencanto que significó el ciclo de Dabove y la eliminación de todos los torneos habidos y por haber en el primer semestre del
año, la llegada de Paolo Montero ilusionó con el viejo axioma de la escoba nueva que barre bien. Sin embargo, sólo duró un tiempo el entusiasmo y la victoria. Porque ese equipo intenso, combativo y ordenado depende de las luces de Néstor Ortigoza para hacer un equilibrio entre meter, correr y jugar. Cuando salió el ídolo paraguayo, se quedó sin la única posibilidad de gestación. Y Arsenal, que había sucumbido ante la presión en el primer tiempo, no sólo logró el empate a través de una pelota parada. Pudo haber ganado el partido muy peleado y cortado por su búsqueda, aún sin generar chances claras en el área de Sebastián Torrico.
Montero preparó el partido con la vuelta de un hijo de la casa: Ortigoza. Apostó a algunos chicos del club que ya empiezan a ser parte del staff, como Federico Gattoni (22 años), Alexis Flores (19), Gabriel Rojas (24), Julián Palacios (22) y Alexander Díaz (21). Remendó la intempestiva salida de Juan Ramírez con Bruno Pittón como volante interno. Y armó un equipo a su medida: tuvo fibra para recuperar la pelota y ninguna vuelta en la zona de gol. Se desprendió rápido de la pelota, no hubo firuletes.
Y le alcanzó con una llegada a fondo para ponerse en ventaja. La armaron Yeison Gordillo, Rojas y Pittón por la izquierda. El centro atrás del santafesino, apareciendo casi como extremo, encontró a Nicolás Fernández de frente al arco de Daniel Sappa y Uvita no perdonó. Apenas se había atravesado el cuarto de hora y el Ciclón soplaba fuerte en Sarandí. Arsenal, cargado de suplentes porque por delante tiene la revancha ante Sporting Cristal por la Copa Sudamericana, nunca supo cómo contrarrestar la disciplina de San Lorenzo en el primer tiempo. A bordo de un 4-3-2-1, que tuvo como referencia a Nicolás Mazzola, buscó aceitar el circuito de pases, pero nunca desequilibró. Se lanzaron poco sus laterales y nunca pudieron meter un pase largo para su “9” de turno. Manejaban Jorge Ortiz, Bruno Farioli y Alan Ruiz, es cierto, pero generaban muy poco volumen de juego. Entonces, no fue posible inquietar a Torrico.
Por sus propias imprecisiones, es verdad. También, por la disciplina de un equipo que casi nunca se desordenó. Estuvo bien plantado San Lorenzo en un 4-1-3-2 en el que el colombiano Gordillo respaldaba a los centrales y colaboraba con Ortigoza en la marca. El volante recién llegado tras cuatro años de rumbo itinerante intentaba construir el juego. Y se mostraban amenazantes Díaz o Fernández, dos delanteros movedizos. O se triangulaba con Gino Peruzzi por un lado y Rojas por el otro. Aunque el más punzante fue Palacios, siempre dispuesto a romper.
En el complemento, Sergio Rondina advirtió que Arsenal podía hacer daño por la derecha, donde se soltó Farioli. Y los cambios que hizo Montero fueron contraproducentes. Con Ortigoza cansado, entró Torito Rodríguez. Otra característica, claro. También salió Pittón, pero el pibe Fernández –también llamado Nicolás- nunca ayudó a Rojas, quien tuvo que lidiar con Farioli, pero además con Navas, ya dispuesto a aguijonear como nunca. Y de un córner del propio Farioli llegó el cabezazo goleador de Mateo Carabajal.
Ya estaban listos para saltar a la cancha Matías Belloso y Lucas Albertengo. El empate no modificó la idea de Rondina. Y el santafesino de Egusquiza, especialmente, se volcó por el sector de Rojas para comprometer a San Lorenzo. Todo se hizo muy ordinario. Creció la pierna fuerte. El árbitro Rey Hilfer tuvo que desempolvar las tarjetas. Terminó expulsando a Carabajal y Rojas en el final.
¿Deberá valorar el empate San Lorenzo? Tendrá que examinar su juego. No abunda el recambio, si terminó jugando con cuatro volantes centrales. Al menos, sabe que cuenta con los hermanos Romero, que están terminando la cuarentena. Ellos pueden aportar el talento que falta en el medio cuando se extingue la barra de poder de Ortigoza.
Daniel Avellaneda/Clarín
EL GLOBO ARRANCÓ CON EL PIE DERECHO
Huracán se quedó con la victoria al imponerse 2-1 a Defensa y Justicia, en un entretenido partido que jugaron en el marco de la primera fecha de la Liga Profesional de Fútbol. El ex jugador del equipo de Parque de los Patricios, Lucas Barrios, abrió la cuenta para el club de Florencio Varela, a los ocho minutos del primer tiempo, mientras que a los 26 de la misma etapa Enrique Triverio puso el empate.
En tanto, a los ocho minutos de la segunda parte, Santiago Hezze aumentó la ventaja para el conjunto dirigido por Frank Kudelka, que terminó quedándose con el triunfo. El conjunto de Parque de los Patricios no empezó bien el encuentro debido a que Defensa y Justicia arrancó ganando muy rápido.
Tras un centro de Franco Paredes desde la derecha, Lucas Merolla despejo, la pelota le quedó a Alexis Soto, quien remató, Marcos Díaz quiso controlar, pero un atento Barrios le ganó en el salto y convirtió el tanto de Defensa y Justicia.
Huracán fue en búsqueda de la igualdad y la consiguió a los 36 minutos. Luego de un despeje desde el área del local, la pelota la tomó Triverio, quien se mandó entre los centrales, entró al área y definió ante la salida de Ezequiel Unsain.
El conjunto local salió en el segundo tiempo decidido a lograr el triunfo y lo consiguió. A los ocho minutos y tras una buena jugada colectiva, Jonás Acevedo disparó desde dentro del área por la izquierda, el arquero dio rebote y Hezze remató para poner gol de la victoria.
Página 12/Deportes