
El Ballet Contemporáneo del San Martín, que codirigen Andrea Chinetti y Diego Poblete, comienza su temporada 2023 exactamente el primer día de junio, con Folia, una obra para todo público creada por el reconocido coreógrafo francés Mourad Merzouki para su propia compañía Käfig.
Si bien es cierto que recientemente hubo dos reposiciones de obras cortas en el Hall Central, este sería el inicio real de la temporada, bastante tardío ciertamente. Pero siempre es una excelente perspectiva ver a esta gran compañía que en 2022 tuvo una inmensa repercusión de público con dos producciones totalmente distintas entre sí: Cantata de Mauro Bigonzetti y Boquitas pintadas de Oscar Araiz.
En este camino de desafíos coreográficos tan disímiles que el Ballet del San Martín enfrenta con todas sus armas, ahora llega una nueva aventura: aprender a dominar el hip-hop -una técnica que no practican-, en un encuentro estrecho con la danza contemporánea y la acrobacia. Y para eso servirá Folia.
En una charla con Mourad Merzouki, pocos días antes del estreno de hoy, el coreógrafo habló de varios temas.
-¿Cuándo llegó al hip-hop?
-A mediados de los años 80, con un programa de televisión que se llamaba H.I.P.H.O.P y que veíamos todos los varones de los barrios populares. Descubrimos así esta danza que se hacía en la calle y que nos hacía sentir que realmente existíamos dentro de la sociedad francesa.
-¿En qué sentido?
-Podíamos experimentar orgullo por lo que hacíamos, orgullo frente a la gente que nos miraba. Nací en Francia, pero mi familia viene originalmente de Argelia y había cierto rechazo por parte de sectores de la sociedad francesa hacia los inmigrantes y hacia la gente de los barrios populares. Era necesario encontrar una escapatoria para no caer en la violencia o en la delincuencia.
-¿Y en su caso?
-En mi caso sentía que entre el hiphop, el circo y mis camaradas podíamos encontrar una forma de reconocimiento por parte del público y de artistas profesionales. Fue entonces que me dije: “Esto es lo que quiero hacer”. Encontré que junto con el placer de bailar y de hacer espectáculos había también un compromiso social.
-¿De qué manera?
-Una manera de decir a todo el mundo “no porque venga de un barrio popular soy un delincuente”. Fue así como las cosas encontraron su lugar y fue así como me decidí a continuar con esta carrera.
-Cuando aparece el hip-hop en su vida, ¿el circo queda de lado?
-No, al contrario. Comenzamos, muy pronto, a ser reconocidos por programadores de danza y de teatro porque nuestro hip-hop era distinto, estaba mezclado con artes del circo. La gente lo encontraba muy novedoso.
-Cuando habla de “nosotros”, ¿a quiénes se refiere?
-A mis compinches: amigos del barrio, compañeros de circo, las personas con las que creé mi primer grupo, Accrorap. Éramos cuatro muchachos: Kader Attou, Eric Mezino, Chaouki Saïd y yo.
-¿Y más tarde lo invitaron a participar de la Bienal de la danza de Lyon?
-Sí, en 1994. Es uno de los festivales de danza más importantes del mundo; yo tenía apenas veinte años y estábamos al lado de los más grandes coreógrafos del momento. Era un sueño, un cuento de hadas. Nuestro espectáculo gustó mucho.
-Supongo que de todos modos ese inicio no fue fácil para ustedes.
-Es cierto; partimos de condiciones muy poco propicias; ensayábamos donde podíamos. Había mucha gente que decía que lo nuestro iba a pasar, que era simplemente una moda, que en un año se olvidarían de nosotros. Pero aquí estamos (se ríe).
En 1995 Merzouki creó la compañía Käfig, que dirige hasta hoy; y entre 2009 y 2022 estuvo al frente del Centro Coreográfico Nacional de Créteil. Los Centros coreográficos son instituciones oficiales francesas muy relevantes, distribuidas en distintas regiones del país, y Mourad fue el segundo artista proveniente del hip-hop en dirigir uno de ellos.
-¿Podría hablar de “Folia”?
-La palabra significa “locura” en portugués y en italiano, pero también es el nombre de una música popular del período barroco que se incorporó a la música erudita. Quise acercar el hiphop a esta música porque nos conduce a la fiesta, a la danza. Folia es un poco como todas mis otras obras: no cuenta una historia en el sentido estricto de la palabra; más bien es una filigrana unida por algunas ideas sobre la locura de la humanidad en estos tiempos: el temor, la confrontación, los males del planeta. Son pequeñas escenas, instantes de locura, pero también en un sentido positivo: el caos sí, pero también la esperanza.
El estreno de Folia tendrá lugar hoy, a las 20. Las funciones serán de jueves a domingos, siempre en el horario de las 20, hasta el domingo 18 de junio, en el Teatro San Martín, Corrientes 1530.
Laura Falcoff/Clarín-Espectáculos