
Novak Djokovic tenía una cita con la historia en la final del US Open. El serbio quería sumar su 21° Major, completar el Grand Slam calendario y quedar como el máximo ganador de esta categoría. Pero el serbio estuvo muy lejos de su mejor versión y fue Daniil Medvedev el gran protagonista de la tarde en Nueva York. El ruso dominó el partido desde el comienzo, borró de la cancha al número uno del mundo, algo que muy pocos jugadores han logrado hacer, y se impuso por 6-4, 6-4 y 6-4 en dos horas y 15 minutos de juego. Así conquistó su primer título en esta categoría, el más importante de su carrera.
Medvedev comenzó tranquilo, muy sólido, moviéndose muy bien y cubriendo todos los rincones de la cancha. Así, incomodó al serbio, que en el primer game cometió cuatro errores no forzados y una doble falta y cedió el saque. El ruso confirmó luego el quiebre con su servicio, para adelantarse 2-0.
Djokovic perdió la pelea con la ansiedad y los nervios en los primeros games. De a poco, empujado por el público empezó a golpear mejor la pelota, se concentró en jugar bien sus games de saque y esperar las oportunidades para intentar recuperar el break. Pero Medvedev no le dio chances y mantuvo la ventaja.
Así, el ruso, muy suelto, llegó al noveno game 5-3 arriba y Djokovic se vio ante la necesidad de ganar su juego de saque para no ceder el set. Y, aunque con más trabajo que de costumbre, el serbio consiguió ponerse 4-5 y pasarle la presión a su rival, que no perdonó y sentenció el set inicial en 36 minutos.
Tenso y como atado, Djokovic seguía sin encontrarle la vuelta al partido y Medvedev continuaba más agresivo y moviéndose muy bien.
En el cuarto juego, cuando sacaba 1-2 y con chance de quiebre en contra, Medvedev tuvo algo de suerte. Porque una música comenzó a escucharse en el estadio cuando él se disponía a conectar su segundo saque y el umpire frenó la acción. Y tras la interrupción, el ruso pudo volver a jugar su primer servicio y finalmente, levantó el break point en contra.
El incidente no le gustó a Djokovic, que un par de puntos más tarde, cuando su rival quedó en ventaja en el game, que luego cerró para el 2-2, rompió una raqueta contra el piso.
Más allá de algunos buenos puntos, el serbio continuaba sin poder sacar a relucir su mejor tenis, falto de movilidad y un poco tenso y frustrado. Y Medvedev, consciente de que el líder del ranking no suele dar esa ventaja muy a menudo, presionó cada vez que pudo. Así, concretó un nuevo break en el quinto game y confirmó la ventaja para adelantarse 4-2.
Ante un Djokovic desorientado e impreciso, Medvedev se robó el protagonismo. Rápido de piernas, con una muy buena lectura del partido, su tenis en un altísimo nivel y la confianza bien alta, el ruso impuso su ritmo en casi todos los puntos y logró cerrar el segundo parcial por 6-4.
Aún con la ventaja de dos a cero en sets, Medvedev no se relajó e, implacable, golpeó a un dolido Djokovic en el primer game del tercer set, en el que consiguió un nuevo break y se puso 2-0 ante un Djokovic que no encontraba los huecos ni los momentos para empezar a construir una recuperación.
Sin margen de error, el serbio empezó a apurarse en el cierre de los puntos y, cuando lograba conectar un buen tiro, Medvedev respondía con solidez. Cada vez más frustrado, Nole volvió a ceder el saque en el tercer game y quedó luego 0-4 abajo.
Alentado por los espectadores Djokovic logró descontar 1-4. Pero el ruso, que seguía sin darle chances ni espacios, confirmó la ventaja para el 51. Y luego de que el serbio se llevara el juego siguiente con su servicio (25), Medvedev tuvo en sus manos la chance de sacar para el título.
El partido parecía terminado, pero el serbio se jugó una última carta. Consiguió un quiebre y marcó el 3-5. Y achicó aún más la diferencia con su saque (4-5) para darle suspenso a la definición.
Con el Arthur Ashe vibrando por la energía que bajaba de las tribunas, Medvedev saltó a la cancha para intentar cerrar el partido otra vez con su saque. A todo o nada, Djokovic empezó a correr más y a impactar la pelota con un poco más de precisión, aunque siguió equivocándose en el cierre de los puntos. y el ruso quedó con dos nuevos match points.
El número dos del mundo cedió ante la presión y con una doble falta dejó pasar el primero; pero en el segundo, conectó un gran saque, la devolución de revés de Nole quedó en la red y el ruso selló la victoria más importante de su carrera.
No pudo ser para Djokovic, que se quedó a las puertas de un logro histórico. El serbio buscaba ser el primer jugador en ganar el Grand Slam calendario -los cuatro torneos de este nivel en un mismo año- desde que el legendario australiano Rod Laver lo hiciera por última vez en 1969.
Clarín/Deportes