La estadounidense Tori Bowie, subcampeona olímpica de 100 metros en Río de Janeiro 2016 y doble campeona del mundo en Londres 2017, falleció a los 32 años, según anunció ayer su agencia de representación y World Athletics.
“Perdimos a una cliente pero también a una amiga querida, una hija y una hermana. Tori era una campeona y un rayo de sol”, escribió Icon Sport Management en sus redes sociales sin aportar precisiones sobre las causas de su muerte.
Bowie se forjó con una excelsa carrera; primero al ganar tres medallas olímpicas en 2016 con el oro en la posta 4×100, la plata en 100 metros detrás de la jamaicana Elaine Thompson-Herah, y el bronce en 200.
Después se convirtió en la campeona del mundo del hectómetro y en 2017 también ganó la posta 4×100.
“Bowie fue un talento atlético poco común”, aseguró World Athletics en un comunicado. “Les enviamos nuestras más sinceras condolencias a su familia, amigos y a la comunidad del atletismo de Estados Unidos en este difícil momento”.
“Su impacto en el deporte es inconmensurable y la extrañaremos mucho”, aseguró en sus redes sociales la asociación estadounidense de atletismo.
Según la cadena estadounidense NBC, agentes del sheriff de Florida habían acudido el martes a “comprobar el bienestar de una mujer de unos 30 años que no había sido vista ni se sabía nada de ella desde hacía días” y ellos fueron los que encontraron el cuerpo.
“No había signos de juego sucio”, informó el portavoz del sheriff. En tanto, desde el departamento forense de Orange informaron que aún no se determinaron “la causa y la forma de la muerte”.
Bowie creció en Sand Hill y fue criada junto a su hermana Tamarra por su abuela paterna, quien peleó por la custodia de ambas luego de que su madre las entregara a un hogar adoptivo cuando ella tenía 2 años. Hace unos días Tamarra Bowie había escrito un conmovedor mensaje en Facebook que, para algunos, confirmó las versiones de las fuentes que aseguran que Bowie sufría una fuerte depresión. “Las personas que fingen ser felices tienen algunas de las almas más tristes y las personas que no intentan convencer al mundo de que son felices tienen las almas más genuinas porque se conforman con serlo para ellas y para nadie más”, reflexionó.
Bowie arrancó su carrera en salto en largo, disciplina en la que fue campeona estadounidense al aire libre y bajo techo en 2011 con la Universidad de Southern Mississippi, donde estaba becada. Pero en 2014 decidió probar suerte con la velocidad y terminó consiguiendo grandes resultados en las pistas.
Debutó en 200 metros en Clásico Prefontaine y en apenas su segunda carrera en esa distancia logró una gran marca de 22s18 para superar a rivales que incluyeron a las campeonas olímpicas Fraser-Pryce y Allyson Felix.
Sus mejores registros datan de ese 2014 (6,95 metros en salto en largo), 2016 (10s78 en 100 metros) y 2017 (21s77 en 200). Luego de tocar el cielo con las manos en la cita olímpica de Río de Janeiro y la mundialista de Londres no volvió a acercarse al mismo nivel. En febrero de 2018 estuvo involucrada en un altercado con su compañera de entrenamientos Shaunae Miller-Uibo y terminó alejándose del grupo PURE Athletics y el entrenador Lance Brauman.
Su última gran competición fue el Mundial de Doha en el que logró un cuarto puesto en salto en largo con un registro de 6,81 metros. En 100 metros, prueba en la que defendía el título logrado dos años antes, no pasó de las semifinales que ni siquiera llegó a disputar.
Bowie no pisaba una pista desde el 4 de junio cuando fue quinta en 200 metros con una discreta marca (23s60). Un año antes ni siquiera había participado en los trials para los Juegos Olímpicos de Tokio.
Además de sus éxitos deportivos, Bowie también se destacó como modelo. Posó para el “body issue” anual de la revista estadounidense ESPN y apareció en una campaña del diseñador Valentino.
Clarín/Deportes