Britney Spears, de 38 años, perdió el juicio en el que pedía que su padre, James Spears, ya no sea su tutor y deje de controlarle su patrimonio, calculado en unos 60 millones de dólares. Los representantes legales de Britney argumentan que Jamie despidió al gerente de negocios de su hija y contrató a uno nuevo sin avisarle.
Y aseguraron: “Britney tiene miedo de su padre y no volverá a actuar si él sigue a cargo de su carrera”.
A pesar de esta amenaza, la jueza del Tribunal Superior de Los Angeles se negó a quitarle poder al padre de Spears, aunque se mostró dispuesta a escuchar los “planteos futuros” para su suspensión o expulsión.
A su vez, los defensores de Jamie declararon: “No creemos que haya ni una pizca de evidencia para apoyar la suspensión de nuestro cliente”.
Jamie Spears lleva 12 años tutelando la vida de su hija debido a los “problemas mentales” que ha tenido la artista. En este sentido, sus abogados alegan que siempre ha actuado en beneficio de los intereses de su hija.
Sin embargo, la jueza sí ha aceptado que Bessemer Trust Company se convirtiera en “co-conservadora” del patrimonio de la cantante, a pedido de sus abogados.
La madre de Britney, Lynne, separada del padre, hizo una declaración a través de su abogado calificando la relación entre su hija y su ex marido como tóxica. “A Lynne se le ha roto el corazón que las cosas hayan llegado a este punto”, dice el comunicado. “La conflictividad no es infrecuente en las familias, pero ésta no es una familia normal”, agrega.
Britney quiere que la tutela legal refleje “su actual estilo de vida y sus deseos declarados”. Ella no controla sus finanzas ni muchas de sus decisiones profesionales desde el 2008, según el acuerdo promulgado por la Corte.
SOlos últimos 12 años, su padre y su abogado han administrado sus activos y también su vida personal, incluidaDADposibilidad de restringir sus visitas y comunicarse con los médicos sobre su tratamiento.
La cantante comenzó a mostrar un comportamiento inusual en 2007, después de su divorcio de Kevin Federline.
Perdió también la custodia de sus dos hijos, aunque puede visitarlos con frecuencia. Sus supuestos colapsos mentales tuvieron lugar a la vista de todo el mundo: se afeitó la cabeza y fue fotografiada golpeando con un paraguas el auto de un paparazzi.
Fue internada en un centro de atención psiquiátrica después de negarse a entregar a sus hijos en un enfrentamiento con la Policía. Y finalmente la tutela de su padre se estableció a principios de 2008.
Durante estos años lanzó tres álbumes, hizo un show en Las Vegas y formó parte del jurado en el programa The X Factor, un reality en el que compiten “nuevos talentos musicales”. Britney lleva meses luchando para que su padre deje de ser definitivamente su tutor legal. Incluso, pidió que ese “cargo” quede en manos de su hermana, Jamie Lynn.
Clarín/Espectáculos