
La vida son momentos. Y si bien Rafael Santos Borré se siente feliz y cómodo viviendo en Argentina y jugando en River, hay instantes que pueden cambiar los caminos. Y aparecen esos instantes en los que hay que tomar decisiones. Y el colombiano finalmente rechazó el ofrecimiento del club brasileño para irse ahora. De todos modos, las negociaciones se postergarían para el mercado de junio. Eso sí, el goleador del ciclo Gallardo dejó algo en claro: no quiere irse libre del club.
Hubo una reunión clave en las últimas horas. Fue el miércoles por la tarde-noche en la casa de Borré, quien fue aniftrión del representante que le coordina sus trámites en el país y el emisario de Palmeiras. En el encuentro, a Borré le remarcaron la intención de contar con él en el plantel y de hacerle un contrato con una suma exorbitante de dólares por año que no podría ganar aquí ni estaría cerca de ganarla tampoco.
Según pudo saber Clarín, a Borré le entusiasmó la propuesta y está dispuesto a aceptarla pero remarcó que no quiere irse de Núñez sin dejarle un dólar a River. Es por eso que manifestó que está dispuesto a resignar dinero para que a la institución Millonaria ingrese un monto determinado por su posible futura transferencia
En ese sentido, Palmeiras tendrá que negociar con River. Entonces, el club brasileño, para asegurarse al delantero, tendría que abonar los 3,5 millones de euros (un poco más de 4 millones de dólares) que el club de Núñez tiene que transferirle a Atlético de Madrid para asegurarse un 25% de la ficha y que el jugador no quede libre y darle un dinero extra para que a la tesorería de Udaondo y Figueroa Alcorta ingrese un monto igual o cercano a los 3,5 millones de euros que desembolsó a mitad de 2017 para adquirir la mitad del pase del colombiano y recuperar así la inversión.
Las negociaciones entre River y Borré se demoraron bastante porque al delantero no le termina de cerrar lo que River le ofrece, según confiaron desde su entorno. Y en Núñez creen que debería haber un esfuerzo del jugador ya que la dirigencia logró juntar en el último tiempo los 3,5 millones de euros que está obligado a pagar para comprarle un 25% más del pase al Atlético de Madrid, según está estipulado en el contrato entre ambos clubes.
Palmeiras no es el único interesado, de todos modos, en Borré. El Toronto de la MLS lo anotó hace un tiempo en una lista de “descubrimiento” en la que hacen un seguimiento del jugador y se “ganan” la prioridad a la hora de comprarlo frente a otros equipos de esa Liga, donde el mercado de pases terminará el 1 de junio. Si se lo llevan, seria como jugador designado. Y cuentan con el dinero para hacerlo.
Los caminos, entonces, conducen a que posiblemente en junio Borré emigre de River. Eso sí, al igual que Gonzalo Montiel y Nicolás De La Cruz, el delantero no quiere que River pierda económicamente. Los brasileños habían visto la oportunidad y aceleraron. Pero el colombiano les dijo que no. Hoy, Borré ya dejó de ser aquel futbolista que no se sabía si tenía apellido compuesto o si Santos era su segundo nombre cuando llegó a River a mitad de 2017. Fue una gran apuesta de Gallardo.
Maximiliano Benozzi/Clarín

Sin Carlos Tevez, todavía ausente por el fallecimiento de su padre el fin de semana (fue licenciado por el DT para que acompañe a su familia) igual Boca no se detiene y Miguel Ángel Russo diagramó un ensayo de fútbol en el que empezó a dar indicios sobre lo que será el juego ante Sarmiento de Junín.
El entrenador decidió probar con los mismos apellidos que vencieron a Newell´s en Rosario pero ensayó con otro tipo de sistema táctico. Mucho más ofensivo y que se pareció -con matices – a aquel Boca que Guillermo
Barros Schelotto implementó en 2017, cuando el Apache había emigrado a China para jugar en el Shanghai Shenua.
Con Nicolás Capaldo otra vez en el lateral derecho y Fabra por la izquierda, Boca se paró con un 4-3-3 que incluyó al juvenil Cristian Medina por un lado, a Jorman Campuzano como el único 5 y a Edwin Cardona como interno por la izquierda. Un pequeño dejavú del equipo que tenía a Fernando Gago y Pablo Pérez en el once, pero con Barrios en el círculo central. ¿Es capaz Cardona de moverse en ese sector de la cancha e igual ser decisivo en la faceta ofensiva? Ante determinados rivales parece ser una posibilidad más certera.
El ataque otra vez encontró a Mauro Zárate, pero esta vez mejor rodeado por Sebastián Villa por la izquierda y Eduardo Salvio por el sector derecho. Claro que aquel tridente de Pavón, Banedetto y Centurión (explosivo, decisivo y goleador) apenas si tiene aristas en común con el que probó Russo. Pero sí en la fisonomía que tuvo el equipo. Al menos para el partido del fin de semana contra un rival que, de antemano, se intuye inferior.
Las opciones para el entrenador son muchas incluso con los mismos nombres. Puede volver a posicionar a Salvio y Villa como mediocampistas con despliegue y correr a Cardona como el acompañante de Zárate. O bien tener a Salvio como la dupla con el ex Vélez, algo que el futbolista que llegó desde Benfica hizo durante sus primeros años en Lanús y Atlético de Madrid. Es cierto: Zárate no está cerca de ser Benedetto, pero sabe que necesita de goles y de un buen rendimiento para que el debate sobre su titularidad empiece a diluirse con los días.
Es, desde los nombres y ante las ausencias de Tevez y Wanchope (todavía le falta mucho tiempo para estar a la par del grupo), el equipo más ofensivo que puede presentar Boca como titular. Afuera solo aguardará su momento Franco Soldano, también para entrar como centrodelantero en el caso de tener minutos.
Luego, las alternativas son puros juveniles: Obando, Maroni, Exequiel Zeballos y Luis Vázquez. Quizá tengan su oportunidad ante esta coyuntura.
Matías Bustos Milla/Clarín