MG Radio 24 Villa Pueyrredón
Que Banfield es un rival de riesgo, no hay dudas. Lo dejó en claro en el Jardín de la República y ante el equipo que mejor se había desempeñado en la fase de clasificación de la Copa Diego Maradona. Sí, el conjunto que dirige Javier Sanguineti pisó fuerte en el José Fierro y le quitó el invicto -y la sonrisa- a Atlético Tucumán. La cabeza de Giulano Galoppo primero; el pie de Agustín Fontana, después, sentenciaron el 2 a 0 a favor del Taladro en el Monumental.
El triunfo es justo, es cierto. Y si bien no comenzó con todas las luces, con el correr de los minutos Banfield se transformó en protagonista. Se sintió mejor con la pelota al piso y también, cuando buscó desnivelar en velocidad, lo hizo. Todo lo contrario fue el conjunto del Ruso Zielinski. Lejos estuvo de ser ese equipo goleador y aguerrido; ese que ganó con buen juego los seis partidos disputados en la primera fase.
Está claro que Banfield se llevó los tres puntos porque se plantó a jugar desde el arranque con dinámica y manejando los tiempos con Álvarez, Payero (hasta su expulsión), Fontana y compañía. La idea de no meterse atrás siempre estuvo presente. Y así, cuando iban 13 minutos, de una pelota parada apareció la cabeza de Galoppo, atento a la desconcentración de los defensores de Atlético, para dejar sin posibilidad a Lucchetti.
Lejos de quedarse atrás y aprovechando quizás que a los tucumanos se los notaba relajados, el Taladro fue a buscar más situaciones. Y así generó una contra letal que terminó de la mejor manera para la visita: con la pelota adentro del arco. Fue luego de una buena combinación entre Alvagro rez y Payero que Fontana la resolvió con un pase a la red. Golazo. 2 a 0. Y casi que era un partido liquidado.
En el complemento, Zielinski, preocupado, metió mano en el once. Puso de arranque a Heredia y a Toledo, dos experimentados, para tratar de corregir el rumbo. Así salió a buscar el descuento, y mientras transcurrían los primeros minutos de la parte final. El Decano se encontró con la calentura de Payero, que reaccionó mal ante Ortiz, y fue expulsado. Entonces, Atlético Tucumán fue más agresivo, buscando aprovechar ese hombre de más.
Pero los tucumanos sólo produjeron unas pocas situaciones de peliy fueron a través de Heredia; Banfield se dedicó a mantener el resultado, a cuidar el fondo y a reordenarse. Entraron Monzón y Mussis, pero nada se modificó. Para colmo, una falta brutal de Ortiz sobre Cuero dejó al equipo del Ruso también con 10 . El Taladro, en cambio, se mantuvo y casi marca el tercero con un tiro libre de Cuero. Lo sometió a Atlético, el único que no había perdido.
Juan Manuel Rovira/Clarín
Jugando casi a reglamento, sin lucir, pero evitando cualquier sobresalto, Central arrancó su participación en la Zona Complementación con el pie derecho: goleó a Patronato por 4 a 0, un resultado que justificó de principio a fin.
El equipo que conduce Kily González dominó siempre, generó todas las situaciones de riesgo que ofreció el encuentro y evitó que la visita pudiera siquiera asomarse al arco rival. Un partido sin equivalencias.
La figura del encuentro fue un juvenil, casi un símbolo de la apuesta de González en este ciclo austero de Central: Alan Marinelli, de 21 años, jugó por primera vez como titular, anotó dos goles y construyó la acción que terminó con el tanto de Vecchio.
No fue casual, sino el premio para un delantero que durante todo el encuentro buscó cada pelota lanzada sobre el área de Patronato, se mostró para la descarga, buscó los espacios y le ganó casi siempre a los defensores adversarios.
Si no anotó otro tanto sólo fue por las intervenciones de Sappa. Zabala decoró el resultado en el cierre y si en ese gol no participó Marinelli sólo fue porque ya no estaba en la cancha.
La enjundia y la precisión para definir del juvenil atacante fue respaldada en el juego por la experiencia de Vecchio y de Rinaudo, clave ambos para distribuir el juego y manejar los tiempos del equipo.
El triunfo le permite a Central cumplir con el primer objetivo: hacerse fuerte de local, donde jugará tres de los cinco partidos de esta fase. Para Patronato sólo queda un lamento. El mismo que se repite desde que comenzó un torneo en el que disputó siete partidos y donde apenas pudo rescatar dos empates.
Clarín/Deportes
CENTRAL CÓRDOBA Y GODOY CRUZ NO SE SACARON VENTAJAS
En esta etapa de transición, sin promedios del descenso, dos de los más beneficiados fueron justamente Central Córdoba y Godoy Cruz, de los más flojos del fútbol argentino, que se repartieron puntos en el arranque de la Fase Complementación.
Alfredo Berti, en tiempos de promesas para trabajar a largo plazo, no tuvo tiempo. Después de seis fechas, fue despedido por la dirigencia y ayer debutaron la dupla técnica Alexis Ferrero y Sebastián Scolari. Del otro lado, Diego Martínez, luego de años en el Ascenso, tiene su primera experiencia en la A y la campaña es bastante irregular.
En ese panorama irregular, no desentonó el árbitro Javier Baliño, que inventó un penal a los 39 minutos: vio infracción de Jalil a Quilez, que no fue. La sanción la tomó Vera Oviedo y marcó el primero. Enseguida, Ojeda rompió el molde con un golazo de tiro libre. Después, la buenas respuestas de Ramírez y una mano de Silva que Baliño esta vez no sancionó, impidieron el triunfo local.
Clarín/Deportes
