
Central Córdoba de Santiago del Estero se llevó un valioso triunfo de Mar del Plata, obtuvo su cuarta victoria consecutiva como visitante y quedó como escolta de Colón en la Zona 1 de la Copa de la Liga Profesional. El Ferroviario no brilló como en el 4-0 en el Nuevo Gasómetro, pero aprovechó al máximo los errores de su rival para aferrarse a los tres puntos para quedar en zona de clasificación. Central Córdoba fue en el Minella un equipo práctico que jugó todo el segundo tiempo con diez por la roja a Dixon Rentería.
Para el Aldosivi de Fernando Gago el golpe fue doble. Además de caer en casa, se fue cargado de dudas. Lo cierto es que la apuesta del entrenador de tener siempre una salida limpia esta vez le jugó en contra. Un mal cambio de frente de Emanuel Iñiguez que interceptó Leonardo Sequeira derivó en el 1-0. Y sobre el cierre del primer tiempo, a los 44, el arquero Luciano Pocrnjic quiso jugar con Gastón Lódico, pero Cristian Vega anticipó el pase y sacó un derechazo para el 2-1, que sería definitivo.
En esa idea que defiende el DT de jugar por abajo y llegar al ataque con muchos futbolistas, Aldosivi mostró dos caras: la del primer tiempo, con el gol de cabeza de Federico Andrada tras un centro preciso de Emanuel Insúa; y la del segundo, en el que tuvo pelota y campo (y un jugador más que su rival), y no logró generar situaciones hasta el final del partido, cuando quemó los libretos y llenó de centros el área del Oso Sánchez.
Central Córdoba se defendió y celebró un triunfo que lo invita a soñar. Gago deberá reacomodar las piezas para que la idea -valiente y valiosano se diluya ante la derrota.
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HURACÁN Y LANÚS ABURRIERON EN EL DUCÓ
El cero es un reparto compartido. Les dio un punto a cada uno: a este Huracán en tiempos de necesidades y a este Lanús, líder de la zona 2, en días de un nuevo reciclaje. Todo en el ámbito de un partido feo. Con juego escaso, con emociones ausentes, casi sin arribos a los arcos. Flojo. Flojo y punto.
No se sacaron ventajas significativas en ese primer tiempo colapsado de marcas en cada rincón del campo juego. Se miraban, se marcaban. Una dinámica de ese tramo del partido.
Huracán tuvo una apuesta que se repite: apretar allá arriba, cerca del arco rival, sin inhibiciones. A veces genera rebotes favorables, en general se queda a mitad de camino. De todos modos es cierto: el Globo sostiene tal idea partido tras partido. Quizá, más temprano que tarde, tal ideal le resulte mejor. No es poco para un equipo que en el próximo semestre deberá mirar en detalle la calculadora. Lanús es un caso curioso. Con poco siempre le alcanza para bastante. Equipo de pibes con aspiraciones relevantes, suele jugar a pelear arriba; ahora al top 4. Pero no encanta, no brilla. No parece de élite; está en construcción. Sin embargo, los números lo exhiben como que puede casi todo.
Jugaron un primer tiempo con un rasgo espantoso: no patearon al arco. O algo muy parecido. Porque hubo remate de Cristaldo, para los del Globo de Newbery, que pasó bastante cerca de que un grito sucediera.
Pero no se trató de que jugaran mal. Se neutralizaron. Presión alta por el lado de Huracán, constancia en la marca en el caso de Lanús; intensidad irrestricta de ambos lados. Y así, entre esos rasgos, un partido previsible: gol gana o empate a cero. No se trata de una certeza ni de una percepción. Es lo que el campo de juego ofrece en términos de lo que puede suceder.
Había una posibilidad: que el partido lo resolviera una jugaba impropia de un partido tan parejo. Un tiro de esos que nacen de alguna magia o una gambeta propia de alguno de los tan bien nacidos en esta tierra, como Diego o como Leo. Era cuestión de esperar o quedarse con ese modestísimo cero compartido.
No cambió demasiado en el segundo tiempo. Se modificó casi nada incluso considerando los múltiples cambios incluidos. Huracán con poco y Lanús con poco. En realidad, nada… Como si el cero compartido los abrazara de modo feliz.
Lanús tuvo la llegada del partido, cerca del final, pero apareció ese buen arquero naciente, Sebastián Meza, misionero, 20 años, con futuro de seleccionado juvenil. Reflejos para ese cero a cero que se pareció demasiado a un aburrimiento.
Waldemar Iglesias/Clarín
UNIÓN NO PUDO CON GIMNASIA
Gimnasia se llevó un trabajado empate por 1-1 de Santa Fe ante Unión y rescató un punto ante el equipo de Juan Manuel Azconzábal, que mantuvo el invicto, pero perdió la chance liderar la la Zona 2.
El Tatengue se puso en ventaja a los 43 del primer tiempo por un violento remate de Martín Cañete que sorprendió a la defensa del equipo platense ingresando al área por el segundo palo tras un centro desde la izquierda. Sin embargo, en el complemento el Lobo salió con otra actitud y logró alcanzar la igualdad a los 28 con un cabezazo de Lucas Barrios. Los dirigidos por Messera y Martini no encuentran regularidad con un triunfo, tres empates y una derrota. Mientras que Unión acumula dos victorias y tres igualdades, y es escolta de Lanús.
Clarín/Deportes