
El oro en los Juegos Panamericanos de Lima ya es historia. Por delante, la Selección masculina de básquetbol ya vislumbra su próximo compromiso: el Mundial de China. Quizás, el primer certamen que verdaderamente sea del núcleo que vino acompañando estos años a los últimos “sobrevivientes” de la Generación Dorada. Y la preparación, que comenzó con el periplo por Perú, continuó con el viaje a Lyon, Francia, y seguirá a partir de esta tarde, con tres amistosos de primer nivel.
Luis Scola, último cacique de aquella vieja guardia, la más exitosa en la historia albiceleste en este deporte, ya no tendrá (como sucedió en los Juegos Olímpicos de 2016) a Emanuel Ginóbili, Andrés Nocioni y Carlos Delfino al lado. En su lugar, asoman los Facundo Campazzo, Nicolás Laprovittola y Marcos Delía, entre otros.
Y si bien el capitán, máximo goleador argentino en las Eliminatorias y en los Panamericanos, sigue siendo la punta de lanza, la Selección depende de otros nombres tanto como del suyo. Como las opciones son varias, esta serie de partidos le servirá al entrenador, Sergio Hernández, para ir encontrando el equipo que debutará el sábado 31 en el Mundial ante Corea del Sur.
Desde las 13 (televisa TyC Sports), el rival será Brasil, un clásico y un equipo de jerarquía que siempre es una medida importante, más allá de las grandes alegrías y de las tristezas. A diferencia de Argentina, el equipo que dirige el croata Aleksandar Petrovic, hermano de Drazen, leyenda del básquetbol europeo, cuenta con nombres importantes de los últimos tiempos, como Leandro Barbosa, Anderson Varejao (ambos campeones de la NBA como jugadores de rol) y el talentoso Marcelinho Huertas, ex Los Angeles Lakers y compañero en los últimos dos años de Patricio Garino y Luca Vildoza en Baskonia.
Ya tendrá tiempo Oveja Hernández de preocuparse por sus rivales de turno. Lo primero será acomodar las piezas propias, porque la gira seguirá mañana con un duelo ante Montenegro a las 13 y el sábado, con Francia, desde las 15.30.
Hay puestos que tienen dueños asegurados para el Mundial. Campazzo, figura de las finales de la Liga de España, es el indiscutido base. Pese a la destacadísima temporada que tuvo Nicolás Laprovíttola, Jugador Más Valioso del campeonato, el rodaje de la Selección lo pone un pasito por detrás del cordobés en la conducción del equipo. ¿Se animará el entrenador a usarlo como escolta en un doble comando? De entrada, parece difícil. Sí, de todos modos, compartirán buenos minutos.
Scola y Delía son la pareja ideal de internos y seguramente sean quienes estén sobre el parquet en el salto inicial del Mundial. Aunque detrás, con el empuje que mostró desde su debut en Eliminatorias (en la última ventana), Agustín Cáffaro aparece como una alternativa que podría ocupar las dos posiciones.
Meticuloso, el entrenador suele tener en cuenta la clase de partido que hay por delante. Por eso no se puede dar por sentado que haya un escolta y un alero titulares, pero Nicolás Brussino para lastimar y Patricio Garino para defender son los que arrancan con más chances de estar en el quinteto, con Gabriel Deck, figura en los Panamericanos, saliendo como sexto hombre para aportar toda su potencia anotadora.
Clarín/Deportes