
A falta de una jornada para que se terminen de ver las películas en competencia por el León de Oro, llegaron dos realizaciones disímiles. Pero la noticia del día no vino del Lido, sino de Polonia. Es que Agnieszka Holland, que presentó en competencia Green Border, anunció que va a realizar acciones legales contra Zbigniew Ziobro, el ministro de Justicia de ese país, por un mensaje en el que la comparó con los propagandistas nazis.
Holland -de 74 años y candidata al Oscar por Europa, Europa en 1992 escribió en una carta pública dirigida a los medios que las palabras del ministro violan sus derechos personales y constituyen una difamación.
“No puedo permanecer indiferente ante un ataque tan abierto y brutal por parte de una persona que desempeña una función constitucional tan importante como ser ministro de Justicia y que al mismo tiempo es el fiscal general de Polonia”, dijo.
La película trata sobre hechos reales, ocurridos entre 2021 y 2022, en plena crisis migratoria en la frontera entre su país y Bielorrusia. Muchos intentaban ingresar a Polonia de manera ilegal: el filme muestra a guardias de la frontera que maltratan a los inmigrantes y piden sobornos, además de a activistas que ayudan a las familias en el bosque, tratando de escapar de las autoridades.
“En el Tercer Reich, los alemanes hacían películas de propaganda en las que mostraban a los polacos como bandidos y asesinos. Hoy tienen a Agnieszka Holland para eso”, criticó Ziobro en sus redes sociales.
No fue el único. El ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Mariusz Kaminski, tildó a la película de “historia falsa que muestra las opiniones políticas de Agnieszka Holland, que manipula conscientemente nuestras emociones… Lamentablemente, se ha rodado y se proyecta ya en festivales internacionales”.
Kaminski dijo sentirse “extremadamente indignado” por “un ataque brutal e inaceptable contra el uniforme polaco”.
Green Border ya figuraba -como Io Capitano, de Matteo Garrone, que también aborda el tema de los migrantes en Europa- como candidata a alguno de los ocho premios que se entregarán mañana. ¿Influirá esta reacción en la decisión del jurado?
En competencia también se vio Holly, de la belga Fien Troch. Se centra en una adolescente que llama a su escuela y avisa que no va a ir, porque va a ocurrir algo terrible. Ese día se incendia el colegio y mueren diez jóvenes. A partir de entonces, Holly es como un amuleto para la comunidad.
Y se exhibió la sexta película italiana en competencia, Lubo, de Giorgio Diritti, que contó que un libro le reveló un caso poco conocido de Suiza. “Me hizo reflexionar sobre la sentido de la justicia, de las instituciones, del sentido de educar y de amar”, explicó. Lubo es un artista callejero nómada que en 1939 es reclutado por el ejército suizo para defender la frontera del riesgo de una invasión alemana. No parece tener demasiadas chances mañana. Veremos.
Pablo O. Scholz/Enviado especial de Clarín al Festival de Venezia